Jueves de Pasión: la ilusión del primer capirote

Los primeros capirotes de cada Semana Santa, siempre son motivo de alegría, de ilusión, y de esperanza. A veces llegan detrás de una de nuestras primeras Cruces de Guía. A veces aparecen de repente por cualquier esquina, cuando vamos buscando la salida de la cofradías... y a veces nos sorprenden al salir de casa, mientras descubrimos que algún vecino viste su túnica en una de las primeras hermandades de la semana.

Los capirotes tienen alma especia. Esencia especial. Corazón especial. Por eso son mágicos en su mágica geometría ascendente, esa que inunda de futuros la Cuaresma cuando alguien viene de comprarse uno nuevo y pasa raudo junto a nosotros... por eso dan forma al perfil puntiagudo con el que soñamos todo el año.

En Jerez tenemos la suerte de no tener que esperar al Domingo de Ramos para ver capirotes. Los primeros son los de las cofradías de vísperas, y de entre todas ellas, los que el Jueves de Pasión salen desde La Victoria, escoltando al Señor de Bondad y Misericordia, el Cristo exiliado de San Juan de Dios que aún no sale desde su barrio en Semana Santa.

Pero este año no.

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Este año toca quedarnos con la miel en los labios, y seguir soñando con el Jueves de Pasión de 2021, a menos que las cosas vayan bien por la calle Granadina, y entonces la espera alcance incluso hasta la antesala del día de las Palmas.

Este año no toca caminar hasta la calle Toneleros, ni visitar el antiguo Sanatorio, ni bajar después hasta Santiago, ni pasar por Chancillería llegando a Porvera y San Juan de Letrán, ni hacer con don Manuel Barrera la primera estación de penitencia en la casa de Jesús Nazareno escuchando el pasaje del Lavatorio de Pies, ni después regresar por Gaitán, antes de marcharnos a las Angustias a vivir el Vía Crucis que abre el Viernes de Dolores.

Este año nos toca echar de menos a los que nunca faltaban bajo los primeros soles de la Pasión según Jerez. Echaremos de menos a la gente de los medios, a los que llegaban de fuera, a los que siempre aparecían en los rincones de siempre... y echaremos de menos al bueno de Fernando Morales, quien siempre abría su colección de nuevas fotos, ante esta primera Cruz de Guía.

Y echaremos de menos las voces de Lineros, mandando la primera cuadrilla, y también los sones de la Agrupación San Juan, y también las miradas felices de los primeros nazarenos. Nuestros primeros nazarenos...

Es curioso. La de Bondad y Misericordia es una cofradía que nunca se ha quedado en casa por causa de la lluvia. Pero este año no sale, y no es por culpa de las nubes.

Así que este año lo que toca es esperar que el mundo recupere pronto la salud, para volver a soñar con la mirada de miel del Cristo arrodillado a quien hoy pedimos con Fe, que pase pronto este año de calvario que nos queda por delante.

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