'Absolutamente nada' por Andrés Pérez Montilla

Nada, es lo que se encuentra un servidor año tras año cuando llega el precioso 15 de agosto en Jerez, relativo a referencias marianas, que entiendo, debieran acompañar la celebración de una solemnidad con la envergadura de la Asunción de la Virgen. Ni un triduo, ni un besamanos, ni un rosario… Nada. Alguna foto en redes sociales anunciado un cambio de vestimenta de la titular, alguna misa de hermandad, la ofrenda al monumento y a Dios gracias.

Todos sabemos que agosto es tiempo de chiringuito y playa y que cambiar el cauce natural de las cosas cuesta mucho en esta ciudad de mis amores. Y para ejemplo, miren la Inmaculada, que en Jerez “pasaba” sin pena ni gloria hasta que a nuestro obispo Don José Mazuelos se le ocurrió la brillante idea de sacar un palio anualmente, así como imágenes de gloria con tal de “llenar” -y depende del día- el triduo, la pontifical de la Catedral y unas calles con la gente haciendo lo normal para esta época del año: cantar villancicos y comer pestiños. Pero bueno, por lo menos la presencia de la Virgen nos ayudaba a mantener esa llama de fervor mariano que prende vigorosa cuando sale el Carmen, la Merced y alguna más creo recordar porque para eso somos la ciudad del Voto Concepcionista.

En fin, como somos como somos, me temo que de momento no queda otra que seguir marchando el día 15 a otras localidades para poder vivir con un poco más de intensidad y esplendor la gran solemnidad de la Virgen resucitada y asunta, pero hay que replantearse muy seriamente, si de verdad estamos a la altura de las circunstancias, o realmente es que nunca lo estuvimos, ni lo estamos, ni probablemente lo estaremos, pero nos basta con la autocomplaciencia tras algunas fechas señaladas para no ponernos el listón más alto, como pasa con el Corpus.

Lo curioso es que hay muchas hermandades solicitando rosarios de la aurora y vespertinos para sus titulares marianas estando algunos findes de semana realmente cargados de citas similares; pues bien, no sé si a alguien se le ha ocurrido pensar en el 15 de agosto, su víspera o incluso en la bonita fiesta de Santa María Reina, al cierre de la octava de la Asunción. Lo valiente que sería que alguna hermandad se atreviese a dar el paso y ser esa punta de lanza, aunque siendo honestos, todos sabemos que el percal se antoja seriamente complicado.

Y es que hace mucho calor para sacar pasos.

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