Brutal paliza al mercedario Fray Juan Carlos para robarle la cartera

Nos llama un amigo periodista, y nos cuenta indignado que el padre Juan Carlos Marcebo, el fraile mercedario que actualmente regenta como párroco la Parroquia del Corpus Christi del barrio de Picadueñas, ha sido agredido este martes por la mañana, cuando se dirigía como todos los días a desayunar a San Mateo, suponemos que en compañía de los habituales del bar de Marco, Ana María, José Luis, o el padre Felipe.

Inocentemente, cogió por la calle Cordobeses, y allí lo estaban esperando dos jóvenes -y aquí empieza lo peliagudo del asunto- de los que no se puede decir en los medios de comunicación su nacionalidad cercana, para que no te acusen los 'progres' de delito de odio hacia quienes se refugian en España después de huir de su país represivo. ¡Tócate los huevos!

Así que nada. Todos a aguantar que aumente en Jerez la delicuencia además acompañada de violencia, sugnificada de manera particular ultimamente -según la Policía- en los mayores y ¡qué curioso! en los sacerdotes, ya que a este ataque hay que sumar el que no hace muchas semanas sufrió don Antonio López, párroco de los Descalzos.

Todos a aguantar que estos tipos campen por sus fueros viviendo a costa de un país que los acoge pero que no los vigila como debe... y el pobre padre Juan Carlos en el Hospital de Jerez con la nariz rota y la cara magullada, cuando lo único que ha hecho en su vida ha sido hacer el bien a todos, sin importarle ni el color, ni la nacionalidad, ni la religión que profesen.

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