Cesados, el hermano mayor y el capataz de la Hermandad del Carmen

Podría calificarse como sorpresa, aunque todos sabíamos hace semanas, que el día 17 de julio cesarían en sus cargos tanto el hermano mayor de la Hermandad de Caballeros y Damas del Carmen, Antonio Rubio, como el capataz de la Virgen, Manuel Jesús Elena. Una circunstancia que deriva de la situación esperpéntica vivida en el convento en los últimos tiempos, justo desde que se decidió que Miguel Ángel Jaén no siguiera al frente del llamador, en caso de negarse a rebajar la altura de la cuadrilla. 

A partir de ahí, unida esta circunstancia a la aparición de un nuevo prior en el cenobio, todo fueron problemas por el Carmen, y es que sabido es -aunque muchos no quieran asumirlo- que lo verdaderamente importante en las cofradías es lo que tiene que ver con las cuadrillas de costaleros. Si estas funcionan, todo va bien. Si estas no funcionan, lío a la vista. Y así ha sido una vez más, porque llegó un nuevo capataz, con sus nuevas formas y nuevas circunstancias, y a partir de entonces, la situación desembocó en un anuncio desde el gobierno de la Basílica, que pocos creíamos fuese a tener visos de realidad: que pasada la procesión de este año, tanto el hermano mayor como el capataz, quedarían cesados en sus cargos.

Dicho y hecho. En palabras del propio Fray Alejandro a nuestro compañero Luis Fernández, ambas personas ya no son ni capataz ni hermano mayor, ya que "cuando un nuevo prior accede a un nuevo convento, debe haber una renovación total de cargos."

Así pues, cumplido lo que se anunció, o lo que es lo mismo, breve estancia de Manuel J. Elena al frente de la cuadrilla de la Reina del Carmelo, y cara la decisión de la ya ex junta de gobierno, de cesar a Miguel Jaén, decisión que ha terminado con un cese de toda la junta, inesperado hasta hace pocos meses. Ahora, será el prior quien decida quién será el nuevo hermano mayor, alquien a quien quiere "con canas, experiencia, conocimiento suficiente del Carmen, y que sea persona respetada por todos." Vamos, lo que todos piden para sus respectivas cofradías.

Pues nada, que haya suerte en la búsqueda, y a ver si terminan ya estas trapisondas infantiles en lo que otrora fue un lugar serio.

NOTA: Ah, y por cierto, señor prior. Para ser como los programas del corazón, no hace falta ser un medio digital de comunicación. A veces también los asuntos conventuales, suelen parecerse bastante a lo que proclaman a voces los tertulianios de la prensa rosa. Y si no, mire usted lo que acaba de ocurrir en su propia casa. Saludos.