Chipiona: Horeca acaba con el toque de campanas de la iglesia de la O

Hacía tiempo ya que saltó la alerta sobre este tema, y ahora es cuando se ha producido una reacción medio definitiva sobre el mismo, tras la resolución dictaminada por el Gabinete Jurídico del Obispado de Asidonia.

Hablamos de la antigua denuncia realizada por el Hostal "Gran Capitán” de Chipiona, establecimiento situado junto a la parroquia de la O, que ha presentado numerosas quejas, por el elevado -según refiere- volumen de las campanas del templo, que impide al parecer, el descanso de las personas hospedadas en el establecimiento. 

En concreto, el 'ruido' denunciado atañe a las señales horarias de la campana del reloj, el toque a la Misa de la mañana del domingo, el toque de la Hora Nona -tres de la tarde- y el toque de oración a la caída de la tarde, toques todos ellos desaparecidos desde este pasado sábado. 

Y el motivo de la desaparición no es otro que la orden emanada del Obispado ante la denuncia tramitada a través de Horeca, institución que ya saben ustedes, se dedica a velar por los intereses turísticos de la provincia de Cádiz, quedando claro -o al menos quedándonos claro a nosotros- que cuando hablamos de turismo, debemos dejar fuera de esta ecuación el tan cacareado en otras ocasiones, turismo religioso. ¿No?

Más datos, y estos, tomados de la referencia que nos ofrecen los compañeros de 'Chipiona en red', quienes señalan que el pasado día 6 de marzo, se llevó a cabo un 'Muestreo Especial y Medida' de los niveles de ruido ambiental de las cuatro campanas de la parroquia, cuyo resultado indicó que el volumen de cada una de ellas está aumentado cuatro veces más, del eco normal de la campana. Para dicho muestreo se desplazaron hasta Chipiona, dos personas pertenecientes a la Unidad Móvil de Medida de la Contaminación Acústica, perteneciente a la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, de la Junta de Andalucía. 

A todo esto, y después del lógico revuelo y hasta rebote suscitado en las redes sociales tras la noticia, ahora resulta que la señora Rosa María, responsable del local denunciante, ha indicado a los compañeros de 'ABC', que el Obispado se ha precipitado a la hora de ordenar la retirada total del toque de campanas. ¡Claro! La culpa a los curas -cómo no- y no a ella misma, quien se confiesa católica y colaboradora con una parroquia, a la que solo pidió que las campanas sonaran un poquito más flojo. ¡Óle Joé!

En fin. Así está España. Un país cada vez más asqueroso, en el que prima la opinión del último que llega, e importan tres pepinos las tradiciones, la historia, y los siglos que llevan sucediendo las cosas. 

Pues nada, señora. Ya ha pasado usted a la historia de su pueblo, como la vecina que consiguió acabar con el histórico tañir de las campanas de la O. Enhorabuena. Es usted todo un ejemplo. Lo que no le voy a escribir es ejemplo de qué..