Nos llega un mensaje de Chipiona que nos da novedades sobre la peculiar y vergonzosa situación que vive en estos días por culpa de una ocupación en su casa, la Hermandad del Santísimo Cristo de las Misericordias.
El mensaje, escueto y directo nos dice lo siguiente: "Han podido pactar que les dejen sacar las cosas del local incluido los pasos. Todo se ha llevado a la capilla."
Y ya está. Consumada la barbaridad, gracias a la ley de la patada en la puerta y el desprecio más absoluto a todas las libertades fundamentales. La España del siglo XXI en estado puro. La de los políticos incapaces. La de la anarquía total. La de las autoridades defendiendo al ofendido y no al ofensor. La de la sinrazón y la poca vergüenza.
Recordamos que la cofradía supo hace unos días que su casa de hermandad había sido ocupada ilegalmente, pero atendiendo la recomendación de la Guardia Civil, se habían declinado todas las acciones que se pudieran haber producido y que a todos se nos pasan por la mente, así que a esperar. Y ya está.
Así son las cosas actualmente, hasta el punto de que en la tarde de este pasado viernes se pudo llegar a una negociación inaudita con los ocupantes del inmueble, para recuperar los enseres allí depositados, es decir, casi todo el patrimonio de la hermandad, incluidos los pasos, que de prisa y corriendo debieron ser trasladados a la capilla, donde todo ha sido depositado a la espera de nuevas noticias.
¿Qué pasará ahora? Pues no tenemos ni idea.
De momento, para el martes está prevista una causa judicial, a ver qué dictamina.
Pero sin entrar en otras valoraciones, resulta incomprensible que se esté jugando con unos bienes patrimoniales que han sido fruto del trabajo desinteresado y el esfuerzo de miles de chiponeros a lo largo de los años, chipioneros que además habrán dado lo que no tienen, para ayudar desde su cofradía a paliar las necesidades de los desfavorecidos, como por ejemplo los 'okupas' que ahora les han birlado su casa.
Una vergüenza. Sin más.


