Cuarenta años después...

Cuando se recuerda la historia del rayo que cayó en San Juan de los Caballeros aquella fatídica tarde del domingo 10 de mayo de 1981, todo el mundo recuerda cómo aquel hecho se llevó por delante la pujanza y empuje de la Hermandad del Cristo del Amor, una cofradía que destacaba cada Martes Santo por sus formas cofradieras y del gusto general, con mayor incidencia desde 1978, cuando incorporaba a su cortejo el paso de palio de la Virgen de los Remedios.

También la Hermandad de la Vera Cruz tuvo que remar contra corriente tras aquel suceso, vagando por las dependencias marianistas de Jerez hasta que de la mano de Juan Torreira se acometió la restauración del templo dañado por el rayo... pero había una tercera cofradía en aquella sede canónica, cofradía que si bien no procesionaba en Semana Santa, la de Madre de Dios del Rosario de Capataces y Costaleros, sí había logrado en aquellos años una más que interesante puesta en la calle cada mes de octubre, ya que desde 1974, los hermanos costaleros habían empezado a ser noticia en Jerez, y aquello comenzaba a suponer un nuevo esplendor para la corporación.

Pero todo se rompió. El rayo asesino se llevó también por delante aquel futuro prometedor, y a instancias de Don Rafael Bellido, la hermandad se asentaba en el templo de la Victoria, comenzando entonces un periplo que alternó etapas más intensas, con otras de languidecida actualidad.

Y ahora, casi cuarenta años después, la cofradía que preside Jaime Gutiérrez se marcha a Santiago. Cambia de sede canónica tras haberlo autorizado monseñor Mazuelos como última decisión vinculada a nuestras hermandades, aceptando así la petición que los cofrades 'rosarieros' llevaban ya tantos años intentando. Ya llegó. Se logró este nuevo cambio, que este domingo se verifica de forma definitiva, con un traslado previsto entre las 08:30 y las 09:00 horas, lo único que la Policía Local de Jerez ha autorizado, antes de que el rezo del Santo Rosario se lleve a cabo en el interior del templo del Arenalejo, una vez se llegue.

Día feliz por tanto para la Archicofradía del Inmaculado Corazón de María, Madre de Dios del Rosario, ya que comienza una nueva etapa bajo la tutela de Don Diego Moreno Barba, párroco y director espiritual, quien hace dos semanas, en el transcurso de la Función Principal, aún celebrada en la Victoria, les dio la bienvenida a su nueva casa, y les pidió que intentaran fomentar el rezo del Rosario en la Parroquia de Santiago. Buen comienzo, ese, sin duda.

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