''Curtidores es la casa de Gran Hermano'' por Álvaro Ojeda

Desde que escribí los dos artículos sobre la Carrera Oficial, me consta de primera mano (incluyendo patanllazos de móvil) que me han puesto vestido de limpio en altas esferas cofradieras, pasando incluso por pelotas de esas esferas de diverso pelaje. Como ustedes comprenderán (y me sale ahora mismo una sonrisa socarrona) me importa un zanco, lo que se diga de mí a estas alturas de la película.

Eso si, cuando uno se moja como me he mojado yo con este tema, siempre te queda la duda de averiguar con el tiempo si estabas sólo o acompañado en tus planteamientos, ya que normalmente, el que esta a favor ni escribe ni te llama ni te lo dice; solo se escucha al que no puede ni verte.

Pero tras el caso Perea y posterior lectura de su comunicado por parte de un servidor, me quedo con los últimos tres párrafos "gordos" del mismo. Qué curioso, justamente lo que yo escribí y lo que pienso, que coincide con alguien que tenía peso dentro del Consejo y que no era precisamente el que abría o cerraba Curtidores

Definitivamente, y tirando de histórico de anteriores Consejos Directivos, Curtidores se parece a la casa de Gran Hermano: todos entran como amigos con una ilusión 'chachi piruli', y al final de su estancia en la misma, solo quedan cuatro después de expulsarse entre ellos, no sin antes pelearse públicamente entre todos los que componían la primera foto.

Y para terminar... ¿y si el obispo piensa igual que Perea? Pues les digo yo, y de buena tinta, que también debería de ser destituido don José de manera fulminante, y así nos quitamos todos las caretas en este asunto de una vez, incluido el propio prelado, quien debería hacer como Felipe VI y hablar claro pillando el toro por los cuerno, y expresando diplomática y fírmemente, su pensamiento sobre todo esto.

Y es que si la Carrera Oficial hablara, le diría aquello de..."Don José, una palabra suya bastará para sanarme".