Declaración Unilateral de Independencia Cofrade (DUIC)

Leemos con sorpresa este jueves, lo que publica en el Viva Jerez nuestro amigo Paco Aleu, una noticia que habla de que algunas hermandades van a presentar al Consejo antes del día 25 de noviembre, una propuesta de itinerario para el año 2018, que contempla el no pasar por la Plaza Aladro, es decir, que lo que contempla es llegar a la Alameda de Cristina, y entrar en Carrera Oficial directamente desde la zona del Palacio Domecq. Porque sí ''Porque yo lo valgo''. ¡Óle joé!

Una decisión que pretende convertirse en un golpe de estado en toda regla a la autoridad actual establecida en materia cofrade, ya saben, la compuesta por el Obispado de Asidonia y por su legítimo órgano de organización capirotera, a la sazón, la Unión de Hermandades de Jerez. Un organismo eclesial, regido por leyes eclesiales que emanan diractamente del obispo de la diócesis, y que tras haber sometido la posible reforma de la Carrera Oficial -de manera democrática- al parecer del órgano decisorio que conforman los hermanos mayores, encontró como saben la opinión contraria del Pleno a tal cuestión, dejando las cosas, al menos de momento, tal y como estaban.

Pero hete aquí que ahora, cual catalán protestón, descontento con las leyes de la mayoría, algunas cofradías han decidido que "¿..para qué vamos a ir hasta la Plaza de Aladro, pudiendo hacer lo que nos da la gana..?", y en un ejercicio de esperpento absurdo y completo, anuncian la solicitud de no llegar hasta donde sí tienen que llegar todas las cofradías que optan por respetar las reglas del juego. ¿Es de locos, o no es de locos? 

Y así están las cosas actualmente. Llenas de dudas, de incertidumbres, y de malos rollos, lo que favorece extraordinariamente que haya pescadores buscando en este río revuelto en el que se han convertido las cofradías de Jerez, entidades a las que parece que ya va haciendo falta, que el que puede, aplique de una puñetera vez, el 155.