''Después de setenta años, ya le tocaba al Señor algo así''

Hubo quien acudió este viernes a la Sala Compañía buscando música procesional de la buena. Hubo quien lo hizo por vivir una de las primeras experiencias de la nueva pre Cuaresma, y hubo quien asistió, simplemente, porque la hermandad llamaba, y a la llamada de la hermandad, sobre todo cuando se trata de la Hermandad de la Yedra, hay que acudir sí o sí.

Así que con esas, comenzó un acto que bien conducido por Francisco Aleu, nos dejó para empezar la intervención de la Agrupación 'La Estrella' de Dos Hermanas, de la que poco tenemos que añadir. Un auténtico espectáculo, y punto. Luego, un reportaje en video -precioso- sobre la historia del Señor de la Sentencia y sobre su autor, Carmelo Vicent, dejó claro a todos los presentes que el protagonismo de la noche, al fin y al cabo, no era para la túnica, sino para el Señor. Y posteriormente, dos nuevos apuntes musicales, una cargo de Tamara de Tañé y José Carlos Pozo, y otro en la voz saetera de Manuel de la Fragua, predispusieron todos los ánimos para ver aparecer la nueva obra surgida del sevillano Taller Santa Bárbara.

Antes, la presentación de otro estreno, como fue un nuevo juego de potencias para el Señor, y por fin, telón arriba, y la túnica ante nosotros, para que todos pudiésemos disfrutar de un resultado magnífico, imaginando cómo será la próxima 'Madrugá', cuando tengamos el misterio de la Sentencia a punto de aparecer por cualquier esquina.

De hecho, los discursos de los responsables del taller caminaron en ese sentido, al tiempo que dejando claro dos cosas: de un lado, el estilo de la pieza, en el que se ha huído de otros conceptos, para centrarse en lo que el Moderismo de los años cuarenta (fecha de creación de la imagen) señalaba como imperante en las artes suntuarias españolas, y de otro, el increíble encargo que la cofradía de la Plazuela realizó en medio de la crisis que España vivía hace unos años, justo cuando se pensaba incluso en cerrar el taller ante la falta de actividad, quedando claro en este sentido, que dar trabajo a los artesanos de las cofradías, también se convierte muchas veces en obras sociales para con este numerosísimo colectivo.

Luego habló un emocionado hermano mayor, que se dedicó a dar las gracias a cuantos han trabajado en esta hermosa realidad, y después, cerró el acto de nuevo la Agrupación 'La Estrella', dibujándonos con sus acordes, la recogida de la cofradía cualquier Viernes Santo, con Marcha Real y 'Alma de Dios' incluídas.

Y ya está. Ahora toca saborear despacio la Cuaresma, y por la Plazuela, dar gracias a Dios por lo que nos dijo una de las camareras de la cofradía: ''que después de setenta años, ya le tocaba al Señor tener algo así''. ¡Enhorabuena!