En sus brazos Manuela, la hija de mi amigo Mamé. Quince días de vida las que tenía aquel ángel de pelo oscuro que nació en las benditas vísperas de un nuevo Rocío. Aquella niña escoltó al Simpecado por el interior del convento sin más escudos que la de su inocencia. Allí escuchó la salve hasta que los brazos que la portaban le pasaron su cabeza por los bordados de Calderón. Rociera de por vida.Así abrochó mi memoria el final de una romería que viví con el resquemor de los que se quedaron en Jerez con la crisis y con la pena de los que amas y no vinieron por diferentes motivos, eso sí, con la ilusión de cumplir con la tradición de los que ya se fueron. De ley.Jerez llegó sublime, con la carriola de 'La Marismilla' hasta las manillas y con una ovación cerrada que intentaba pedirle perdón por lo vivido años atrás. Creo que se cerró la herida.Llegó Pepe Beiro, que se bajó del coche y se abrazó con Camacho entre las palmas por bulerías con las que la junta condecoró al ángel mecánico de la guarda. Y otra mas, para Paco “El Rizo”, hermano mayor en voluntad y rocierismo. El charré de la Virgen.Jerez llegó como digo, regalando trozos de Rocío como Almonte regala retales del manto de la Señora a los elegidos por ella. Atrás quedó la vuelta de los más puros, y las grabaciones de esta Web que ha tomado el testigo y de qué manera, a esos micrófonos que ya se marcharon cansaditos de camino. En ellas apareció la voz de mi compare que siempre vuelve con su hermandad, la voz de Esteban, la guitarra del “maestro” Angelito, los chascarrillos del pregonero y tantas y tantas cosas que ya forman parte de ese Coto que para el todo se queda.En la Aldea quedó la Señora, que este año llegó de una manera extraña a la hermandad ya que no vino de frente. Sus cosas. Como también quedó aquella paloma que cuando todos dormíamos se dedicó a escribir su propia leyenda, una leyenda que nació en La Salle y que terminó cuando la Virgen se fue. Nuestros nietos conocerán esta historia; cuéntensela con arte por favor. De pelicula de Tim Barton.De los ratitos grandes, la casa de la peña Malandar con Paco Millán y Alex Ortiz, amapolas del camino de Huelva que como una centuria llegó defendiendo letras que solo pocos conocían allí. Catedral de los ratos.
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O los llantos de las niñas de 'Los Romeritos' en su remolque cuando después de pasar frío por La Raya, y con cuatro horas de trayecto que las dejó fundidas por el sueño, se despiertan y solo ven un espejo con la espadaña de la Ermita. Guiño mágico de 'Mandro' desde China, que encarnó con su carta a tantos y tantos que no pueden hacer el camino y que solo nos tienen a nosotros para leernos y oírnos como si estuviera aquí. Nos has levantado el zanco a los que curramos estos días en esto. Gracias 'Mandro'.Y qué decir de la ida, que ya está anclada en el recuerdo. Viernes sin bautizos pero con un rato memorable como el año anterior con Lupi y lo mejor de lo mejor; el dueño ponía vino traido desde la fábrica de la alegría, el obispo la presencia, la gente sus letras, el pino la sombra y Dios el sol y un montón de almas que seguro se vinieron para escuchar un rato de esos que tardarán en olvidarse. ¡Qué coño! Es que no se olvidan, y de esa forma se convierten en tradición. Alquimia en estado puro.En las intimidades del Coto me quedo con una: Quino Bernal agarrado a unos brazos y ayudado en su bastón le tiró un pulso a sus años para subir a la loma para rendir sus respetos a 'Juani', su hermano, que ya entiende más que nadie de las cosas del Coto desde donde siempre ve la marisma. Hermanos de sangre, en el cielo y en la tierra. Grandeza rociera.O la sangre de la sangre de los 'Gorriones', que quisieron recordar a su padre con un camino pleno en emociones. Grandes charlas a caballo con un servidor, o abrazos de hermanos bajo un pino mientras su padre les paraba delante la carreta de plata. Ahí quedó, pá ustedes.Y podría seguir contando cosas del camino, pero mi mente ya se pierde en la salida que tanto me duele, porque eso ya es la bendita nostalgia con la que te hiere el camino.
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Simplemente un último momento en mi retina. El corazón nos latía sin parar al caer la tarde en Bajo Guía sintiéndonos dueños de nuestra juventud y por ello de una engañosa inmortalidad. En medio de la charla, un hombre medio borracho nos interrumpió y pensamos lo que siempre pensamos, ya está aquí el metepatas. Error.Aquel hombre, levantó su copa y dijo “ no os olvidéis que este no es un camino más, siempre es el último, porque no sabemos si el año que viene estaremos aquí, así que disfrutadlo como si ya no vinierais más”… se tomó el ultimo sorbo de manzanilla y desapareció tras el Simpecado de Jerez.Señales que te manda la Virgen, para que alguien como el que escribe y haciendo autocrítica, piense que esto es nuestro todos los años a cambio de un puñado de euros. Pues no, esto es nuestro hasta que Ella decide que se terminó. Tomen nota de aquel borracho, del borracho de Bajo Guía; aquel al que la Señora me puso delante, justamente donde realmente empezó mi Rocío.Hasta el año que viene Madre. Y que todos lo veamos.¡Viva la Blanca Paloma!