Llega como siempre, despacio y silente. De puntillas. Como no queriendo hacer ruido. Pero llega. Abre la cuenta atrás de los viernes que quedan hasta el Viernes de Dolores, y mira siempre de frente hacia el viejo arrabal de San Lucas, esa extensión abandonada por los años que hay junto al viejo barrio de San Mateo, ese otro cadáver hermoso que vive en Jerez, por los siglos de los siglos...
Es primer Viernes de Marzo. Hace falta decir muy pocas cosas más. Toca visita al Señor de la Salud, y también al Cautivo del Cristo del Amor, y al crucificado verdinegro de la Esperanza. Un día grande en Jerez. Una etapa más de esta Cuaresma extraña, de soles,y virus, que no sabemos hacia dónde nos conducirá cuando llegue abril, porque eso... sólo Dios lo sabe.
Primer Viernes de Marzo. Y punto...