'El tonto del autobus' por Álvaro Ojeda

La bochornosa imagen del conductor del autobús es una cadena de errores que termina en nosotros. Mucha gente critica a la alcaldesa como máxima responsable de unas relaciones con la Policia Local, que cada día están peor aunque aparezcan treguas durante el año. Mucha gente critica a la Policia por esta huelga encubierta que no ha gustado nada al mundo cofrade de la ciudad. Lo que es cierto, que entre pitos y flautas, el consumidor final del producto somos nosotros los cofrades... y también los que viven en la Semana Santa y no les gusta esto.

Los cofrades, ponemos soluciones, y si no hay policías en las calles, nosotros nos encargamos (sin titulación ni cualificación ni potestad) de hacer de "guardia de la porra". Pero cuando llega un tipo que conduce un autobús (eventual) y no le gusta esto, ocurre lo que ocurre. Si Jerez fuera cofrade como Sevilla, esto no pasaría, y el tonto del autobús no habría hecho el ridículo de esa forma, aun más sabiendo que hoy te graba con un movil hasta el indigente que pide una esquina limosna.

Así que, como consumidores finales, quien reza como el palurdo y el tonto de todo esto, no es ni la alcaldesa ni el la policia local, sino el del autobús al que ya se le ha levantado expediente y dado vacaciones hasta una nueva ocasión.