"El tonto del llavero"

Lo llevo viendo años. Al tonto del llavero me lo he encontrado en multitud de sitios por toda España. Estadios de fútbol, emisoras de radio, peñas taurinas, colegios, comunidades de vecinos, clases de alumnos, centros deportivos y... hermandades.

¿Qué es eso del tonto del llavero? Muy sencillo. El tonto del llavero es alguien sin cargo relevante  en ninguno de los sitios antes citados. Antiguamente, y todavía en algún sitio de nuestra geografía, el que mandaba de verdad en el sitio necesitaba 'un propio' que le hiciera el trabajo sucio, el hoy llamado el juego 'de poli malo'.

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El que mandaba, le daba a este señor un llavero del equipo de fútbol o de la cofradía (por citaros algún ejemplo), no sin antes mirarlo a los ojos y decirle aquello de "cuando yo no esté aquí, tú eres el que manda". En ese momento, aquel señor con un corazón como una muralla pero con menos luces que la cuesta del AquaPark, se hacía amo y señor del chiringuito, simplemente... por tener aquel llavero que le regaló el dueño en una reunión privada en la barra de aquella cantina.

Los tiempos pasan, y los tontos del llavero siguen existiendo. Lo que ocurre, es que hoy en día el tonto no es tonto, y el llavero no es un llavero. El peligro de este personaje, ya no se deriva solo a los dominios donde su jefe manda... sino que va mucho más lejos de lo que podemos pensar para mal de quienes realmente tienen el poder de la parcela. Tanto en competencias como en representación pública. Ojito a esto.

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El tonto del llavero hoy en día solapa, eclipsa, trepa, no respeta, ningunea y tiene el arte de estorbar convenciendo a los terratenientes de que no lo hace.

El tonto del llavero es como la gripe, que va mutando con los años... y el que nos encontramos en nuestros días hace santo al de toda la vida, esto es, un tonto del llavero cabezón, zocarrón, tozudo, campechano, coñazo e insoportable.. pero eso si, sin afán de protagonismo, como el que hay ahora.

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