Esta es la nueva corona que se hará para la Virgen del Rocío

Como ya es sabido, 2019 será un año especial en El Rocío, no sólo por ser año de Venida de la Virgen a Almonte, sino también, porque será el año en el que se conmemorará el primer centenario de la Coronación Canónica de la Reina de las marismas. Por este motivo, las hermandades rocieras filiales, así como las no filiales y asociaciones de la Matriz de Almonte, regalarán a la Virgen una nueva corona, cuyo diseño fue presentado este jueves, en una rueda de prensa que tenía lugar en las dependencias del Museo de la Ermita del Rocío.

La confección de esta corona de oro ha sido encomendada al sevillano taller de orfebrería de los Hermanos Delgado López, lo que confirmó en esta cita, Luís Fernando Morián, presidente de la Comisión de Hermandades rocieras creada a tal efecto.

Este es el diseño de la presea que la Virgen estrenará en la romería del año 2019.                                                                                                

EXPLICACIÓN DE LA CORONA

Reseña de la corona diseñada para NUESTRA SEÑORA DEL ROCÍO PATRONA DE ALMONTE

Ante la invitación de las hermandades del Rocío de Sanlúcar de Barrameda y Jerez de la Frontera, como delegadas de las hermandades filiales del Rocío de Cádiz, para presentar un proyecto de una corona para la Santísima Virgen del Rocío , y después de conversar con dicha delegación, hemos aceptado con entusiasmo dicha propuesta, y agradecemos profundamente esta designación para tan única y significante obra artística. Dicho proyecto ha sido estudiado minuciosamente tanto en su diseño y simbología, como en sus proporciones y ejecución.

PROPORCIONES Y MEDIDAS DE LA CORONA

Conscientes de que se trata de una nueva corona para una iconografía tan sublime de la Santísima Virgen, y de verdadera devoción reconocida mundialmente, se ha pensado en una presea que no sustituya las líneas de su silueta exterior, para no alterar su impronta actual, detalle éste que nos parece muy importante. Por tanto se ha creado un diseño estricto de medidas del canasto y resplandor, consiguiendo la distribución de rayos y estrellas dentro de la silueta de la Santísima Virgen con la corona que posee actualmente, y que fue ejecutada por el platero de la Catedral de Sevilla, Don Ricardo Espinosa de los Monteros en 1919, para su coronación canónica, y se copia con algunas variantes a petición del canónigo, Don Juan Francisco Muñoz y Pavón, de la corona de la Inmaculada Grande, de la Sacristía de la Catedral de Sevilla que ejecutara el insigne orfebre Juan de Arfe.

Al mismo tiempo, se ha huido de recargamientos decorativos, optando por un dibujo sencillo con elementos adaptados a su simbolismo, que confortan toda la presea.

Se divide esta corona en dos partes significativas, por una la del canasto como corona de Reina del Cielo y de la Tierra, y por otra, la del resplandor como Luz Divina.

EL CANASTO
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El canasto o corona, es sustentado por el aro que posa en la cabeza de la Santísima Virgen. Dicho aro es decorado por hojas entrelazadas de laurel en su bocel y por todo su perímetro, e intercala ocho broches donde se engastan piedras rubíes.

Este canasto está dividido en ocho caras o perchetes, y ocho especie de pilastras que se confortan con pequeñas hornacinas, que representan ocho letanías lauretanas que podrían se las siguientes: Estrella de la Mañana, Fuente de la Salud, Pozo de la Sabiduría, Rosa Mística, Espejo de la Justicia, Refugio de los Pecadores, Arca de la Alianza, y Puerta del Cielo. Estas pilastras están rematadas por jarras con ramos de azucenas, en alusión a la pureza de la Virgen María.

Los perchetes son dibujados con decoración de molduras y hojas con guirnaldas de flores, que conectan las piezas entre sí; en los centros de éstas se alojan sellos con rubíes engastados, exceptuando los cuatro perchetes de los ejes, en los cuales están representados, en el centro, el Escudo de Su Santidad el Papa Juan Pablo II, recordando su visita al Rocío, por ser el único Pontífice que se postra ante La Blanca Paloma, el 14 de junio de 1983. En la trasera se podría representar como opción, el fruto de la granada, como símbolo de unión de todas las hermandades del Rocío. En el lado derecho, el escudo de la Hermandad Matriz, y a la izquierda, recordando el Patronazgo, el escudo del municipio de Almonte. Estos perchetes están rematados por conchas y perlas de donde brotan los imperiales.

Un total de seis imperiales son los que sostienen el orbe, tres en el frente y tres en la trasera; cuatro de ellos son dedicados a los dogmas de la Santísima Virgen, y son representados por escenas.

Las escenas del frente son las siguientes:

La primera, PERPETUA VIRGINIDAD. La Madre de Dios conservó plena y perdurablemente su virginidad; fue virgen antes del parto, en el parto y perpetuamente después del parto. Este dogma es presentado por la escena de la Anunciación.

La segunda, MATENIDAD DIVINA. La Virgen María es verdadera Madre de Dios por haber engendrado por obra del Espíritu Santo y dado a luz a Jesucristo, representado por la escena del Nacimiento.
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La tercera, MADRE INMACULADA. La Virgen fue preservada inmune de la mancha del Pecado Original, y es representada con la escena de la Purísima Concepción.

El cuarto dogma ASUNCIÓN A LOS CIELOS. Cumplido el curso de su vida terrenal, fue subida en cuerpo y alma a la gloria celestial. Este se representa con la escena de la Virgen Asunta al cielo; los dos títulos restantes irán representadas con escenas alusivas a la Virgen Madre de la Iglesia y Virgen Reina y Señora de todo lo creado.

Estos imperiales con su simbología, ascienden desde el canasto, y recogen soportando el globo terráqueo, queriendo indicar la devoción a la Santísima Virgen en todo el mundo.

EL RESPLADOR

En el diseño del resplandor podemos apreciar un dibujo circular a modo de cenefa, compuesto por moldurillas y tarjetas u hornacinas, todo ricamente decorado. En el centro predomina el Espíritu Santo, que se posa sobre el orbe, y los doce Apóstoles a izquierda y derecha, representados con sus bustos y sus atributos en cada una de las hornacinas, en clara alusión a su venida en Pentecostés. La Paloma ebúrnea derrama su Gracia sobre el mundo, y hace posar las lenguas de fuego sobre la cabeza de cada uno de los Apóstoles, que quedan llenos del Espíritu Santo.

La representación del mundo es un globo terráqueo con los cinco continentes y sus mares, queriendo indicar con ello que los Apóstoles fueron a anunciar el Evangelio hasta los confines de la tierra. La cruz campea airosa en lo más alto del resplandor, y está compuesta con ramos de azucenas, recordando de nuevo la pureza de María, y simbolizando la Victoria de la Cruz sobre el mundo.

La terminación del resplandor comprende unos broches que circundan el exterior. Estos broches o cartelas están lapidados con piedras rojas, rubíes, al igual que en toda la corona, por ser el color litúrgico de Pentecostés, y recordando las lenguas de fuego que se derramaron sobre los apóstoles.

Un total de treinta y cuatro rayos flamígeros y treinta y dos rayos de punta de diamante, conforman el destello de divinidad de la Santísima Virgen, que la rodea con las doce estrellas con pedrería que simbolizan las Doce Tribus de Israel (“Y una gran señal apareció en el Cielo: Una Mujer vestida de sol con la luna debajo de sus pies, y una corona cobre su cabeza de doce estrellas. Apocalipsis 12:1”)
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En la cara trasera del resplandor, el plan simbólico e iconográfico, como opción, podría estar dedicado a Santas Mujeres del Antiguo Testamento, en las que se establece la prefiguración de la Virgen María.

MATERIALES

Los materiales que se contemplan en el proyecto son los siguientes: Oro de ley de 24 Kilates, piedras preciosas (rubíes y brillantes) y marfil.

TÉCNICAS

Las técnicas para la realización de esta obra serán las más depuradas de la orfebrería tradicional, estando este trabajo del repujado hecho totalmente a mano, abultando las piezas para su posterior retocado. Las soldaduras serán de oro de distintas fusiones, y su acabado en la superficie estará pulido, abrillantado y bruñido. El peso del oro de esta presea a dos caras, se estima en 4.500 gramos aproximadamente. A pesar de que este proyecto está pensado para ser realizado a dos caras, también cabe la posibilidad de que pueda ser realizada solo la parte frontal. El oro de las donaciones será pesado en presencia de la comisión para su posterior fundición, purificación de la ley y su laminación.

En el caso que tengamos el gran honor de ser asignados para realizar esta obra de orfebrería, se hará una maqueta fiel al diseño en tres dimensiones, y se harán las pruebas oportunas para el éxito de esta obra de arte.

Esperando que nuestra aportación sea de agrado de todos, quedamos a la espera de la decisión tomada. Estamos seguro que será para mayor gloria de la Santísima Virgen del Rocío.

Sevilla 15 de enero de 2018
Orfebrería Delgado López