''Hacerse mayor'' por Andrés Pérez

Si hay dos personas ahora mismo en este país que pueden entenderse y empatizar, sin duda serían el presidente Sánchez y nuestro Real presidente Dionisio Díaz. Llevan un verano que no se lo desearía ni a mi peor enemigo. Regresa septiembre y las hermandades empiezan a calentar motores y eso que la Carrera Oficial no nos ha dado un respiro ni a la hora del bocadillo en la playa. Hasta ahí todo normal, como es de esperar en una ciudad donde todo se entiende en clave más capirotera que cofrade, porque lo de cristiano sinceramente nos queda grande.

Jueves 6 de septiembre; nos enteramos que en un grupo de whatsapp (@BizcoMelgarejo incluso se atreve a subir capturas de una supuesta conversación) varios hermanos mayores cabreados -¿pro Alameda del Banco?-, reniegan del obispo por haber tumbado lo que en su día decidieron en un pleno. Un pleno del que mucho se ha escrito y poco se ha contado, o alguien puede explicarnos ¿quién o quiénes, bajo qué criterios, crearon la comisión encargada de elaborar las propuestas de Carrera Oficial, qué personas la conformaban y cuáles eran sus papeles? ¿Por qué si se debatía una modificación leve, profunda o cómo quieran ustedes llamarla, se incluye Aladro cuando había consenso suficiente para convocar un Pleno de reestructuración de la misma? ¿Por qué hay tanto temor de una segunda votación, que podría legitimar más si cabe la opción de Porvera, en caso de salir por mayoría? A lo mejor sería buena idea hacer menos “vídeos con sorna” e invitar al Real presidente a que nos aclare estas incógnitas que rodean Curtidores.

La historia sigue así, un 26 de julio, 48 personas se reunen en un pleno perfectamente orquestado de antemano, pero a fin de cuentas legal y con todas las garantías que exigen desde el Arroyo, para que luego, un señor que resulta ser el que dirige todo esto, despache a gusto y de un plumazo lo acordado, alegando una justificada necesidad de mayor consenso. Lo que viene después ustedes ya lo saben: varias de estas personas se cabrean y con razón. Lo curioso de todo, es que tenemos unas normas diocesanas de obligado cumplimiento para unos, pero que luego no se respetan, dejando en evidencia lo mal que están gestionadas las cofradías en esta ciudad, donde los 'quórums' siguen una lógica que ni en Harvard logran comprender. Y claro, ya ven ustedes lo que pasa cuando las cosas se tuercen, que hay que cambiarlas a golpe de desgracia, como es el caso.

Y como colofón a todo esto, no se despeguen ustedes de sus pantallas porque ya se anuncia un nuevo pleno extraordinario donde los puntos del día no tienen desperdicio, más aún si cabe cuando pudiese ocurrir, que algún hermano mayor, se señalase ante el resto por ir contra sus principios éticos y profesionales. Se los resumo brevemente:

Publicidad 1º) Los asuntos que incumben a las cofradías se resuelven en Curtidores, solamente en Curtidores y nada más que en Curtidores, en sintonía con el obispo cuando nos dé la razón, claro.

Publicidad 2) El Real presidente es el que dirige los devenires de Curtidores que para eso lo hemos votado.

Publicidad 3) Criticar la gestión del Consejo, sus propuestas de Carrera Oficial, las filtraciones de carteles que luego resultan que no son filtrados porque se les ha cambiado la tipografía, nombramientos de pregoneros, el reparto económico de palcos, o hacer vídeos, sin ánimo de ofender, con sentido reivindicativo, es un acto de mala fe y poca caridad cristiana que debe ser perseguida y erradicada con expedientes sancionares a periodistas o vetos en redes sociales.

Publicidad 4) Citamos al Papa Francisco para denunciar el amarillismo de la prensa cofradiera de esta ciudad que tanto daño hace a la institución.

Hubo un tiempo en el que teníamos un obispo que gobernaba con mano firme las cofradías. No nos enterábamos de los cabildos de cuentas impugnados, hermanos expedientados por criticar a su junta, candidatos a la vara dorada poniéndose zancadillas entre ellos, problemas con el dinero de los palcos o la carrera oficial…

Aparecieron las redes sociales e inevitablemente los demonios salieron a la luz y es que ese pastor cometió un grave error al no dejar que las hermandades arreglasen sus problemas entre ellas.

Nos la dejó hacerse mayores…