''Hermana mayor y costaleras: Una paradoja femenina cofradiera'' por Andrés Cañadas

Increíble. Pasan y pasan los años, y vuelven las mismas noticias de siempre, a ocupar los tabloides de siempre. Ahora, turno de nuevo para las tan traídas y llevadas mujeres costaleras, un movimiento tan respetable como el que más, pero que por las causas que sean, no termina de arrancar, salvo en contadísimas excepciones. Ahora vuelven a la palestra, tras que dos cofradías de El Puerto de Santa María, Borriquita y Soledad, hayan decidido prescindir de la mezcla de sexos bajo sus andas, dejando tan sólo a los hombres ese papel en sus cuadrillas.

Y claro, el ruido no ha tardado en aparecer, basicamente, porque una mujer expulsada de una cuadrilla siempre será noticia, aquí y en Pekín, mientras que los cientos de hombres que cada año quedan fuera de las 'igualás' no lo serán nunca, simplemente porque los hombres no somos noticia por el mero hecho de serlo. Así está montado este circo, y así hay que comérselo.

Pero miren ustedes por dónde, resulta que la Hermandad de la Soledad de El Puerto, está gobernada por una mujer, que es la que al fin y al cabo ha decidido -entiendo que de común acuerdo con sus capateces- optar por esta medida a todas luces impopular, pero que se supone, habrá sido tomada en aras del mejor beneficio para su corporación. ¿Es machista entonces esta decisión? ¿Conocemos los verdaderos motivos por los que se ha tomado la misma? ¿Alguien le ha preguntado a esta hermana mayor el por qué de esta cuestión? ¿O es que acaso es menos mujer la hermana mayor, de lo que lo son las costaleras ahora fuera de los pasos?

Paradoja curiosa de nuevo en el primer plano de nuestra embustera realidad, ya saben, aquella que es capaz de politizar hasta el detalle más tonto, en vez de bucear en la verdad de las cosas, esas que tan poquitas veces interesa sacar a la luz pública, no vaya a ser que al pueblo le dé por pensar.. ¡Ay amigo!