''Hoy es Domingo de Resurrección'' por Andrés Pérez Montilla

En la cumbre del Calvario se abrió una puerta de dolorosos goznes y llave mística sobre un madero reluciente que nos anuncia la salvación: ¡Cristo ha resucitado! El centro de una fe llena de sinsentidos y paradojas que nos recuerda que al final siempre, siempre la vida como esencia misma de Dios dentro de nosotros.

Todo concluye aquí y a la vez comienza, a las plantas del Señor Resucitado y Nuestra Madre de la Luz porque nada de lo que hemos vivido tendría sentido si no fuera en clave de triunfo. Victoria hecha milagro cuando brota el azahar tras dos años de triste recuerdo por los que se fueron sin poder ver por última vez, el rostro de su Cristo y de su Virgen en los pasos, antes de emprender el regreso a casa, de túnicas sepultadas en oscuros altillos, de calles vacías e interminables tardes de radio y televisión...

Hoy tengo el honor de poner el punto final a esta colección narrativa de momentos con la inmensa alegría de decir que hemos vuelto, sí, hemos regresado a lo de siempre y como siempre, con la lluvia y el sol refulgente en el dorado de los pasos, con calles vacías y llenas, con anécdotas bonitas y para olvidar, con nuestros egos y grandezas… En definitiva, estamos aquí porque para eso Dios resucitó de entre los muertos, para regalarnos la gracia de llevar la Cruz del mundo con esperanza a través de nuestras hermandades y cofradías.

Este es el gran misterio que celebramos hoy: nuestra Semana Santa es eterna, nunca murió, ni morirá, pues siempre perdurará mientras quede un cofrade en pie.

Ahora toca descansar y soñar con la que será la Semana Santa de 2023, aunque no olviden que hoy tenemos un precioso epílogo antes de ver cerrar la puerta de la Catedral por última vez. Hasta entonces…

¡Muchas gracias y Feliz Pascua de Resurrección!

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