El Prendimiento tendrá que repetir las elecciones

La historia es bien sencilla: hubo elecciones en el Prendimiento, ganó un candidato pero sin la mayoría suficiente, y eso obligó a repetir los comicios. Segunda vuelta, en la que ganó otro candidato, pero entonces surgió la controversia sobre un aspecto del recuento de votos: los llegados por correo. Distintos pareceres y al final, votos aprobados con la espada de Damocles sobre todos, ya que el perdedor de la cita tenía todas las papeletas para ir al Arroyo con 300 euros, y a impugnar que se ha dicho.

Y dicho y hecho. Impugnación al canto, y algo de razón habría cuando la misma ha terminado por prosperar, o lo que es lo mismo, que tendrá que haber nuevo Cabildo de Elecciones en Santiago, lo cual visto desde la distancia, no parece ahora mismo lo más apropiado. Y no lo parece, porque ya saben ustedes cómo terminó el último. Ya saben ustedes lo caliente que está el ambiente por el viejo arrabal, y ya saben lo mal que a niveles de opinión pública, se han puesto las cosas que tienen que ver con la preciosa cofradía del Miércoles Santo.

Pero claro, las impugnaciones tienen un resultado, y éste es el que es, así que a obedecer. No queda otra... o sí, ya que sobre toda esta aventura surge una pregunta que no pocos se hacen: ¿No sería mejor que ambos candidatos llegasen a un entendimiento y fuesen capaces de crear un proyecto común de consenso en el que no diese la actual impresión de haber vencedores y vencidos? ¿No va tocando ya algo así?

Todos sabemos lo que significan unas elecciones cofradieras. Todos sabemos lo que de mentirosa modestia implica el hecho de acceder a un cargo de hermano mayor o miembro de junta de gobierno, y todos sabemos que una cosa es ganar un cabildo, y otra muy diferente gobernar los destinos de una hermandad. Y todo eso forma parte del juego de las cofradías, con sus cambios de capataces y de vestidores, y todas esas cosas súper importantes que existen en 'capirotelandia'. Pero en este caso en particular, el 'Prendimientogate' está haciendo daño -mucho daño- desde hace más de doce meses, a la corporación rojiblanca, y lo triste es que esto es algo que ya está afectando a todo el colectivo cofrade de la ciudad.

Hace mucho tiempo lo dijimos aquí mismo: 'Hermandad grande, problema grande'. Y la del Prendimiento es una de las hermandades más grandes. Así que para aspirar a pertenecer a la misma hay que pensar también en grande, incluso para tener la grandeza de pensar en el colectivo y no el ombligo propio.

O a lo mejor es que sólo lo parece, y no es tan grande como creíamos...

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