Jesús Guerrero se inventa un palio de ensueño para la Virgen de los Dolores de Sanlúcar

Ha sido un proyecto de envergadura, realizado en un breve espacio de tiempo, que sin embargo ha obtenido como resultado unas andas extraordinarias, llenas de sabor, personalidad e historia. El cofrade sanluqueño Jesús Guerrero ha sido el encargado del diseño y la ejecución, junto con Manuel Prado, y el taller de bordados de la cofradía dirigido por Isabel Cuadrado, camarera asimismo de la imagen de Nuestra Señora de los Dolores, de Sanlúcar de Barrameda.

Se trata de una recreación del primer palio de Nuestra Señora de los Dolores, del que se tiene constancia documental a través de dos fotografías en las que la Virgen aparece en su paso y en el altar de septenario. Estos documentos gráficos se pueden datar entre 1926 y 1939, pues se sabe que dos años después de la reorganización de la hermandad, en 1924 por el gremio de carniceros de la Plaza, estrenó la Virgen la peana que aparece en las fotografías y a finales de los años 30 ya estrenó el palio actual.

El nuevo palio es de tipo sobrio, de seis varales, con unas estrellas bordadas en oro fino en las bambalinas, y con unas cadenas de campanillas que cuelgan de las mismas, y que en esta ocasión han sido donadas por 'Cerería Virgen de la Merced' de Jerez de la Frontera. Como dato simbólico, en una de las campanillas se posa una abeja, que realiza su trabajo en comunidad y da su vida por agasajar y proteger a la Reina.

La imagen se presenta ataviada con el terno completo más antiguo que se conserva, del siglo XVIII, pues ya aparece en los grabados de la época fundacional. En el techo del palio podemos apreciar una pintura que nos muestra a la Santísima Virgen dolorosa traspasada por las siete dagas en la gloria celestial, coronada por la Santísima Trinidad, salvando al orbe del demonio y el pecado, entregándo el escapulario a los siete santos fundadores de la Orden Servita, orden fundadora de la Hermandad de los Dolores. En la parte superior del techo, figura el escudo general de la Orden Servita, rodeado por una ornamentación estofada.

Tal como dice el salmo 44 “De pie a tu derecha esta la reina enjoyada con oro de Ofir", así se muestra la Imagen de Nuestra Señora de los Dolores, enjoyada como se presentaban antiguamente las dolorosas. Estas alhajas son exvotos donados por los devotos, en agradecimiento por las gracias concedidas por mediación de nuestra Madre de los Dolores. En el pecho luce la Medalla de Oro que el pueblo de Sanlucar le otorgó en 2007, y un anagrama de María en oro y perlas, perteneciente a la imagen de Nuestra Señora de la Caridad, y entregada hace unos días para que la Virgen de los Dolores lo luzca en estos días en los que ambas imágenes van a compartir sede canónica.

A los pies de la Santísima Virgen se disponen las tres rosas rojas que Hermandad de Pusillus Grex prende a las plantas de la imagen de Nuestra Señora de los Dolores todos los miércoles del año hasta la Coronación Canónica, como representacion de las tres negaciones de San Pedro.

Por todo ello, la cofradía quiere expresar su gratitud a Jesús Guerrero, diseñador y autor del proyecto, así como a todas las personas que lo han hecho posible, pues el trabajo ha sido arduo e incansable y no exento de dificultades. Sin lugar a dudas, el esfuerzo ha merecido la pena. 

Además, podemos añadir que se trata de pues de un estreno de envergadura, un trono digno para una Coronación, que otorga una imagen añeja, de sabor antiguo y personalidad. Una estampa única que este domingo se puede admirar por primera vez, cuando se abran a las 20:00 horas las puertas de la Trinidad, para trasladar a la imagen de Nuestra Señora de los Dolores a la Basílica de Nuestra Señora de la Caridad.