Jornada histórica para la Hermandad del Transporte

Esta es una historia de lágrimas y de emociones. Y para comprenderla, sólo hay que ser un poco sensible a la historia de las cofradías de Jerez. Pero a la de verdad, y no a la que cabalga a lomos de ese corcel desbocado que son las redes sociales. Esta es una historia que hunde sus raíces en el siglo XX, cuando Jerez comenzó a conocer la creación de nuevas cofradías, y los artesanos de la época comenzaron a regalarnos aquello que hoy ya se empieza a considerar medio clásico.

Años de penurias y de mucha ilusión. Años en los que los enseres con los que salían las cofradías a la calle, eran poco más o menos que indignos en lo material, pero enormemente llenos de cariño y de amor por parte de quienes los donaban o simplemente prestaban. Eran años en los que los palios iban sin bordar, las túnicas se quedaban cortas, de los ajuares de las dolorosas mejor ni hablar, y las cuadrillas de costaleros hacían sólo lo que podían. Esa era la Semana Santa que teníamos, pero ¡ay amigo! no me la cambies por ninguna otra, porque era la que nosotros habíamos sido capaces de crear con tesón, trabajo, y sobre todo... mucha Fe.

Fue entonces cuando se comenzaron a poner las bases de lo que tenemos hoy. Cuando comenzó a nacer gente que con el paso del tiempo se dedicó a formarse y a prepararse de cara al futuro. Cuando en definitiva, las cofradías comenzaron a crear un futuro hoy hecho presente, que este domingo por la noche nos regaló uno de esos actos que ya forman parte de nuestra historia moderna, como fue la presentación de la nueva saya de la Hermandad del Transporte, la que Fernando Calderón ha bordado para Madre de Dios de la Misericordia, y ya es conocida como la 'Saya de las Perlas'.

En nuestra emisión de facebook, tienen ustedes todos los detalles de la obra, contados por el propio autor, y todos los detalles de un acto que convocó y coordinó Hotel Casa Palacio María Luisa, en el marco de una muestra cofradiera que pueden ustedes visitar cuando quieran, hasta el próximo día 10 de noviembre.

Pero quédense con un detalle. Sólo con uno. Las lágrimas de Carlos Otero cuando vio lo que se le ha bordado a su dolorosa mercedaria, y lo que dijo cuando la vio: "por fin tiene mi Virgen una pieza de altura, después de los años que me he llevado poniéndole lo que teníamos."

Así se resume todo. Pero claro, eso, las modernas redes sociales, como que aún no están preparadas para entenderlo...

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