A la segunda fue la vencida, y la Hermandad de Amor y Sacrificio pudo completar sin problemas su cabildo electoral, tras que hace pocas fechas no lograse alcanzar el quórum necesario.
Esta vez no sucedió así, y superado este siempre peligroso margen, Juan José Fontán consiguió el apoyo masivo y mayoritario de sus hermanos, quienes ratificaron de esta forma su confianza en quien acaba un periodo de cuatro años, y abre ahora uno nuevo, al frente de la corporación jesuita.
Enhorabuena.