Jueves Santo.. y ‘Noche de Jesús': Dos jornadas en una, que dan sentido a la Semana Santa entera

Llega la jornada del Amor Fraterno, algo indispensable para que sea plena la vivencia de la próxima ‘Madrugá’.. la ‘Noche de Jesús’, ya que el Jueves Santo se convierte en un preámbulo dulce, tranquilo y sosegado, que sin duda alguna nos sirve para saborear mejor, las excelencias que la noche será capaz de regalarnos luego. El Jueves Santo es por tanto, telonero grande de la noche más mágica y misteriosa que la ciudad vive cada año, esa sin la que no somos capaces de comprender todas las demás, esa que por delicadeza y rotundidad, sabe enlazar en un suspiro.. sin solución de continuidad.. todo lo que a su vez es capaz de proponernos, la tarde alargada de este día único.

Toca por tanto, mediodía de calle y de copa a gusto. Toca oficios en las parroquias. Toca chaqueta y mantilla, y procesión lenta, y paseo del brazo por el Jerez intramuros. Toca inciensos en calles estrechas junto a la salesiana Hermandad de La Redención, y toca música de capilla con la Vera Cruz, y racheo de alpargatas con La Lanzada, y recuerdo alto a quien ya nos falta junto al Señor del Huerto.. y mirada suave a la que extiende su mano desde el Mayor Dolor de su pecho.

Toca vivir y sentir, y toca después, cambiarse de ropa, y lanzarse a la madrugada. Campana silenciosa en San Miguel. Tumulto de oraciones por San Francisco. Recuerdo de abuelas junto a Jesús.. y saetas de día al crucificado de la Buena Muerte. Tarde y noche. Noche y mañana, y al final del todo, el mejor vino, como en Canaá, el que reparte desde su mirada, la Señora bendita de La Esperanza..

Jueves Santo y ‘Madrugá’. Dos corazones en uno. Dos sentidos en uno. Dos bondades en una. Jueves Santo y ‘Madrugá’. La mejor manera de comprender.. el misterio maravilloso de la Pasión y Muerte del Redentor.