''La ‘Bruja Lola’ y las cofradías'' por Andrés Cañadas

Fue un personaje mitad grotesco, mitad gracioso, que invadió los programas del corazón de media España, cuando estos se pusieron de moda de los noventa en adelante. Lo mismo vaticinaba que ABBA volvería a cantar, que aseguraba que el Betis ganaría la Champions, o que el hombre llegaría a Marte antes del año 2000. Ella era así. Sencillamente esperpéntica y muy andaluza, para regocijo de los periodistas de Andújar para arriba, que sistemáticamente se cachondeaban de todo lo nuestro, al hilo de las apariciones televisivas de esta buena señora. 

Y un buen día -como ya antes había pasado con Rappel, o con Carlos Jesús (el del planeta Raticulín)- desapareció. Se marchó sin dejar rastro, hasta que ahora ha vuelto a aparecer para seguir haciendo predicciones, pero esta vez cofradieras. De las que nos gustan a nosotros, ahora que no hay nada de lo que hablar (porque ¿para qué vamos a perder el tiempo en señalar -por ejemplo- la ingente obra social que las cofradías hacen en estos días?)

Así que ha vuelto la vieja amiga Lola, aquella que antes miraba una bola de cristal comprara en el ‘chino’ de todo a cien de la calle Feria, y ahora -con otro aspecto y con otro nombre, cosas de la magia- teclea letras sobre la pantalla de un ordenador, aunque en el fondo estemos hablando de lo mismo: predicciones y más predicciones, que nos hacen ver un futuro incierto lleno de sorpresas. 

Es lo que ahora nos toca. Porque realmente somos así. Nos dejamos embaucar por estos cantos de sirena, en vez de preocuparnos en conocer otras cosas de mas valor, que al fin y al cabo qué más da una comisión por aquí, o una dejación de funciones por allá...
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Publicidad En fin. Yo por si acaso, voy a ir sacando las velas negras... y las verdes.