La decisión del Calvario

La Hermandad de la Piedad vive este miércoles una de las citas más importantes de las últimas décadas, ya que sus hermanos están citados a Cabildo Extraordinario para decidir sobre la conveniencia de pasarse o no a la futura jornada del Sábado Santo. Una jornada que existirá o no en base a lo que ellos decidan, puesto que esta es la cofradía que deberá cerrar la Semana Santa de Jerez antes de que procesione Jesús Resucitado... o al menos eso sería lo más lógico.

Por eso, este no es un cabildo como los demás, ni tiene para el colectivo cofradiero de la ciudad la misma importancia que los demás cabildos. Este es el de la Hermandad del Santo Entierro y esas son palabras mayores. 

De una parte y según ha trascendido, existe buena parte de la hermandad que está por la labor del cambio. Y en el lado opuesto, existe también otro importante grupo de hermanos que está por la labor de dejar las cosas como están y seguir saliendo en la jornada del Viernes Santo. Por ello, el cabildo será consultivo y a partir de ahí, veremos qué resultado final obtiene la convocatoria y qué provoca el resultado que se obtenga.

Si la Piedad dice si, parece claro que el Consejo podrá proponer al Obispado su anunciado proyecto de reforma al cierre de la Semana Mayor, o al menos, podrá empezar a trabajar sobre el mismo. Pero ¿qué ocurrirá si la decisión es negativa? ¿Será el fin definitivo al proyecto, o se estudiarán otras fórmulas, como la de proponer un Santo Entierro oficial presidido por la imagen yacente del Cristo de las Aguas?

Y a todo esto, no conviene olvidar un asunto que en cualquier otra diócesis del mundo sería capital, como es la especial predisposición de nuestro obispo don José a esta posibilidad histórica de recuperación de la jornada procesional del Sábado Santo, algo que en Jerez llevamos pidiendo cuarenta años, aunque parece ser que de mentira... ya que ha sido ponerse la posibilidad de manera real encima de la mesa y empezar casi todo el mundo a mirar para otro lado... y a pasar olímpicamente de los deseos de monseñor Rico Pavés. ¡Alucinante!

La historia misma de Jerez. Tal cual. Una ciudad embustera que un año más -sin ir más lejos- dejó solo al prelado en la Catedral el día de Navidad. ¿Para esto queríamos una diócesis? ¡Que el obispo lo es todos los días del año y no sólo el día que nos predica la Función Principal, señores!

En fin. Apasionante como ven, el apasionante mundo de los cofrades de Jerez... como apasionante se plantea la cita de este 28 de diciembre por el Calvario... y no es inocentada.

¡Suerte!

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