La Hermandad de 'Los Judíos' reclama al Ayuntamiento una solución para 'La Buena Gente'

Nuestra Hermandad del Desconsuelo da la bienvenida y, felicitamos al ayuntamiento por ello, a la próxima rehabilitación de la Plaza Belén. Estamos convencidos de que iniciativas como ésta favorecerán la regeneración de nuestro hermoso casco viejo. La Hermandad del Desconsuelo, gremial del arte, tiene un profundo cariño por su barrio y por todo el patrimonio jerezano que comparte con instituciones como la peña flamenca “LA BUENA GENTE”. Si las inversiones son necesarias para la recuperación de nuestro centro histórico, nada sería posible sin las personas e instituciones que llevan años dando lo mejor de sí para que no lo perdamos. El flamenco es uno de los pilares básicos de nuestro patrimonio cultural y fuente indudable de riqueza para nuestra ciudad.

Desde esta hermandad, tan ligada al barrio de San Mateo y a la Peña flamenca LA BUENA GENTE, queremos hacer un llamamiento a nuestro gobierno municipal para que encuentre las vías para que esta querida peña flamenca siga en la actual sede o, en su defecto, en unas instalaciones en el barrio donde pueda seguir llevando a cabo su labor, al menos con las mismas facilidades con las que ha contado hasta ahora. Fue un acierto apostar por ella y sería un nuevo acierto seguir haciéndolo.

Es precisamente ahora, con el esfuerzo económico que se va a llevar a cabo por parte del ayuntamiento, cuando todos tenemos que empujar. Renunciar a una de las “fuerzas vivas”, que han mantenido tan decididamente su apuesta por el flamenco y por nuestro patrimonio, es perder una de las mejores bazas para el éxito del proyecto. Nuestra hermandad estará siempre unida a todas aquellas iniciativas que hagan posible que nuestro barrio, nuestro casco histórico vuelva a brillar.

Encontrarán en la hermandad un aliado decidido en la defensa y promoción de nuestra cultura. Estamos convencidos de que nuestras autoridades serán sensibles a los esfuerzos llevados a cabo por todos ellos para mantener vivas nuestra esencia y tradiciones. Nuestra ciudad, su cultura y su economía lo agradecerán.

Por Francisco Zurita Martín