''La recogida de La Viga'' por Andrés Cañadas

A la memoria de Mariano Núñez

Aposté este año, por ir a ver cosas que hacía mucho tiempo que no veía, y de paso, pude así enseñar a mi hija mayor, compañera de calles y carreras, aquellos rincones de la Semana Santa, que sé sobradamente, aún no conocía. Así, acepté la invitación que me hizo mi entrañable compañero en la Banda Municipal, Juan Gutiérrez, 'Juanito', y me fui a la recogida luminosa de la Hermandad de la Viga, acompañado además por Beltrán Castell, con quien tuve la oportunidad de contar en directo todo aquello, a través de Facebook Live, -último invento de Ojeda para la Semana Mayor de 2017-.

Llegamos antes que la Cruz de Guía, y la primera sorpresa llegó cuando Juan me comentó que su hermano 'Guti', quería que lo entrevistara, porque quería dedicar un par de rezos, a dos hermanos de la cofradía.

Publicidad ''Pues para eso estamos. Dicho y hecho''.

Publicidad Y así nos dijo en directo, que debajo de una de las bengalas que estaban a punto de arder, había una oración que pedía por la sanación de su hermano Diego, y que debajo de otra, se mandaba a los Cielos un recuerdo eterno al amigo David, de Fragua 4. Esencia pura de los entornos de nuestra Catedral, pues primero con sus palabras, y luego con sus lágrimas, aquel hombre sencillo nos recordaba a todos, para qué salan cada año a nuestras calles, las devociones que dan forma a tantas cosas.

Luego, fuego y pólvora a partes iguales, para quemar la grandeza de todo el Lunes Santo. Algo indescriptible. Descomunal. Sin igual. Maravilloso. Y además. Algo que muchos cofrades no conocen, nada más que por imágenes de televisión, o fotografías de nuestros magníficos fotógrafos. Error. Grave error. Porque para ser cofrade de Jerez, de esos que en su fondo más íntimo, presumen de saberlo todo y de conocerlo todo, hay que ir de vez en cuando a esta recogida, tan pura y tan nuestra como las horquillas de la Noche Santa, o los 'bacalaos' de la tarde del Cristo.

Publicidad Hagan la prueba. Vayan el año que viene, y ya verán cómo se llenan de magia y jerezanía, al lado del crucificado antiguo de la vieja Colegial.  

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