Sucedió el pasado sábado, en el transcurso de la procesión de la Divina Pastora.
Transitaba la comitiva por la calle Francos, cuando un grupo de costaleros de refresco pretendió entrar en el establecimiento llamado 'Damajuana', donde les fue prohibida la entrada. El motivo, ir vestidos de costaleros según nos cuentan. Era la orden del seguridad situado en la puerta: "Así vestidos no pueden ustedes entrar."
Desagradable situación, sin duda, que vuelve a poner a los costaleros en el ojo del huracán como si fueran apestados, tras las recientes experiencias vividas en torno a las prohibiciones de traslados y tal... emanadas del Obispado.
Pues nada. Parace que otra vez se vienen tiempos oscuros...