Al parecer y según nos llñega desde Sevilla, la culpa de este engendro la tiene la Inspectoría Salesiana con sede en Madrid, un lugar donde algún arquitecto súper mega guay habrá creído que ha inventado la arquitectura religiosa del futuro. Pero no. Lo que ha perpetrado en la casa de las Salesianas de Nervión es una auténtica tropelía, por mucho que las religiosas sevillanas defiendan a capa y espada esto que les mostramos.
Pues no, señoras, por muy monjas que ustedes sean. No se puede tirar de esta manera el estilo andaluz donde tanto crecieron ustedes, sin apariencias pseudo futuristas de tres al cuarto, por muy casposo que a ustedes las parezca nuestra forma de vivir. La historia es la que es y ustedes viven donde viven.
Así que si nos les gustan las críticas, dedíquense a enseñar y a hacer inventos con gasesosa y no con estas cosas.