''Los comunicados no sacan imágenes'' por Álvaro Ojeda

El revuelo en redes motivado por el NO a la hermanad del Soberano, solo apoyado de manera evidente y sin fisuras por un solo medio en la ciudad, COFRADEMANIA (curiosamente el único que no percibe dinero institucional) ha supuesto que en Curtidores se hayan posicionado de manera clara de lado de las cofradías. 

El cambio de talante del presidente Dionisio Diaz desde la pandemia a estas fechas, llama a la esperanza de cara a unos tiempos donde más que nunca la figura que encarna se hace vital para los miles de cofrades de la ciudad. Y es que, debemos saber y creernos de una vez, que los cofrades somos el músculo más importante de presión con los que se puede enfrentar un Ayuntamiento.

Las cofradías ya no solo manejan docenas de miles de votos para unas elecciones municipales; si quieren y van todos a una, pueden paralizar el motor económico de esta ciudad todo el primer trimestre más el mes de abril si así lo quieren, bajando a mínimos históricos los ingresos de hosteleria, ocio y turismo de la ciudad. Eso sin contar con su enorme colaboración en el mes de diciembre o de mayo, donde no participar de zambombas o feria, supondría en cada mes una merma de casi el 50% (y no exagero) del contenido que ambas fiestas ofrecen.

Dicho todo esto, parece ser que por fin el presidente se ha dado cuenta que después de la alcaldesa no va ni presidente de equipo de futbol, ni director de banco o peña flamenca. Detrás de la máxima autoridad de la ciudad va él, en representación de un colectivo que mueve el tanto por ciento más elevado de riqueza de esta ciudad.

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Por ello, deberíamos aceptar barco como animal acuático, con respecto al contundente pero incompleto comunicado del Consejo, pero a día de hoy, ningún comunicado ha servido para arreglar nada, ni en Jerez ni en España. Y menos para sacar imágenes.

Me remito nuevamente a mi artículo de ayer. El presidente, debe buscar de manera urgente una reunión con la máxima autoridad de la ciudad, y sacar en claro a la salida de la misma una importante batería de medidas que desemboquen en un concenso dialogado para que los cofrades de la ciudad no sufran tales ninguneos que ya se vuelven in-so-por-ta-bles.

Y mientras tanto, los cofrades de la ciudad y enarbolando la bandera de la libertad al culto público, deberían pedir en masa, sin miedos y sin complejos, cualquier acto que deban realizar en nuestras calles en los próximos meses, ya que solo así, juntos entre todas las cofradías con el presidente a la cabeza, se podrá terminar de una forma pactada, con esta situación insostenible que ya huele a chamusquina... que es lo que realmente su adn les pide a quienes nos gobiernan.

¡Cofrades, a la calle!

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