Hubo un tiempo, en el que la Semana Santa tenía en Jerez una banda sonora muy diferente a la actual. Tiempo de estruendos y desafinos. De gritos irrespetuosos. De ‘tachín tachines’ como única solución a los momentos más esperados. De mala calidad en lo interpretado...
Solo alguna isla de serenidad en medio de todo lo imperante, y poco más.
Pero todo evolucionó, no siempre para mal, y un buen día llegamos a descubrir que a poco que se hicieran pequeños esfuerzos, la elegancia terminaría imponiéndose, y las cosas serían más de nuestro gusto. Más cercanas a lo que siempre imaginamos que debiera ser la honra a la Pasión de Cristo y al sereno dolor de su Madre, María Santísima.
Y porque las cosas cambiaron, las cofradías comenzaron a enseñarnos a respetar el silencio.. a saborear la dulzura de una marcha lenta.. a rasgarnos la 'jondura' con el llanto eterno de las cornetas.. a sentir la fuerza de Dios al tronar las escuadras de tambores...
Aprendimos a cambiar y a escuchar, y la Semana Santa comenzó a ser parte de nosotros mismos, esencia íntima de nuestras cosas más verdaderas. Y buena parte de culpa de todo eso, la tuvo, la tiene, y posiblemente, la tendrá, el Martes Santo de Jerez. Una jornada que en su día realizó a través de sus cofradías, una decidida apuesta por la música de calidad, y aún lo sigue haciendo, a mayor Gloria de Dios.
Así que si Jerez vive hoy día una Semana Santa espectacular -ciertamente espectacular- en casi todos sus detalles, -en lo musical también- no olviden nunca... no dejen nunca de tener muy claro... que lo bueno, con permiso de todos, llegó principalmente, en la jornada del Martes Santo...
Xerezmania Producciones S.L. ha sido beneficiaria del Fondo Europeo de Desarrollo Regional cuyo Objetivo es mejorar el uso y la calidad de las tecnologías de la información y de las comunicaciones y el acceso a las mismas y gracias al que ha implementado: Desarrollo de app móvil para la mejora de competitividad y productividad de la empresa. Esta acción ha tenido lugar durante 2018. Para ello ha contado con el apoyo del programa TICCámaras de la Cámara de Comercio de Jerez