''Martes Santo: Soñemos'' por Andrés Pérez Montilla

Anoche soñé que ondeaban de nuevo los capirotes rojos por San Mateo y repicaban los primeros toques de tambor mientras el imponente paso del Señor de las Penas asomaba tímidamente por la estrechez de la puerta a la vez que el sol besaba dulcemente la canastilla de Guzmán Bejarano. El corazón me dio un vuelco de la alegría. Aquello se parecía al Martes Santo de siempre aunque faltaba algo… no había aplausos, solo la música de la banda armonizaba aquella multitudinaria salida. La plaza estaba completamente vacía. El plano de cámara mostraba la efigie del Señor con un inmenso vacío que se extendía hasta el fondo de la plaza del Mercado. En ese momento me dí cuenta que estaba soñando porque a esa hora debería de estar vistiendo mi túnica de ruán morado y no viendo la televisión.

No sé si será un déjà vu, un anticipo de la Semana Santa del año que viene, con calles aforadas y números clausus en los cortejos, o simplemente un sueño producto de la nostalgia y del sabor amargo que nos queda a todos al final del día desde que empezó la Semana Santa, porque aunque por momentos nos evoca a ella, es ver las calles casi vacías a las nueve y media de la noche y darnos cuenta de que todo ha sido un espejismo. Nada es real.

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Pero hoy es Martes Santo y ello implica hablar de sueños bonitos que se cumplen, como los de dos hermandades: Bondad y Misericordia y Salvación que se estrenan en la jornada. También es día histórico en San Benito, donde sus cofrades tienen preparado todos los alicientes necesarios en el colegio de Montealto, para la que seguro será, una misa de campaña preciosa y multitudinaria recordada durante generaciones. Son las cosas buenas que nos deja del coronavirus y habrá que disfrutarlas.

Y como decía Calderón de la Barca “los sueños, sueños son” les propongo soñar con que vuelve a pasar la Virgen de los Remedios junto a los naranjos de la plaza San Juan, con el Señor de la Salud sanando los corazones de tantas familias del Chicle heridas por el paro y la pobreza o soñemos con que volverá a sonar Cristo del Amor a la salida del Señor de la Defensión… Soñemos, sí, pero recuerden

Que no conviene deleitarse en los sueños y olvidarse de vivir…

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