''Miedo a despertar hoy'' por Andrés Cañadas

Hay veces, a todos nos sucede de vez en cuando, que da miedo despertar. Salir del sueño que nos envuelve desde la noche anterior. Tememos la mañana, porque sabemos que llega llena de lo que no deseamos. Es algo que le sucede a los estudiantes cuando tocan exámenes duros, algo que le sucede también a quienes tienen que ir temprano a despedir exequialmente a un familiar o a un ser querido. Hay mañanas que llegan grises a pesar de que haya sol, y la de este Domingo de Pasión de 2020, es precisamente, una de esas mañanas.

Porque el Domingo de Pasión es el día cofradiero mas bonito del año, tras los días grandes de nuestra Semana Santa. Un día que comienza con desayuno y radio, con prensa y televisión, y que luego se marcha al Villamarta del brazo de la Cuaresma, para después llenar las horas ante el Cristo y la Esperanza, el Prendimiento, o el Señor Coronado de Espinas... Un día largo, que se acaba siempre junto a un Cristo que sube a su paso, y que en el retiro postrero de casa, se dedica a bucear en internet acerca de la eterna cuestión sobre si lloverá o no en Semana Santa.

Nunca saldrá en las guías de turismo, ni ocupará páginas en ningún libro importante. Pero todos los cofrades sabemos que el portón de la gloria cofradiera descorre sus cerrojos tal día como este, y además, así será siempre, porque esta es la fecha que cada año marca el final de las malas artes, para empezar a convertirnos a todos en mejores personas, al menos durante dos semanas.

Ha llegado a Jerez el Domingo del Pregón, pero este año no toca vivirlo como nos gusta, como lo merece, y como tantas y tantas noches lo soñó el pregonero nombrado por el Consejo, el buen amigo Pablo Baena. Son muchos los que en estas horas intentan animarlo, asegurándole que llegará pronto el año 2021... y que será entonces cuando el teatro lo reciba con los brazos abiertos, pero aún así, la historia, la vida, y la sinrazón, le han robado aquello que tanto persiguió. Aquello que tanto perseguimos todos.

Por eso no hay este domingo alegría en los despertares, ni miradas llenas de luz a primera hora de la mañana. Hay temor a empezar un día que ya es histórico, porque todos recordaremos siempre -y Dios quiera que podamos recordarlo- que una vez tuvimos miedo a abrir los ojos el Domingo de Pasión.

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