No hace falta no ser una hermandad de silencio, para que de vez en cuando aparezcan composiciones musicales que vienen a engrandecer el patrimonio de las cofradías. Es lo que hace unos días ocurrió precisamente en la Hermandad de la Buena Muerte, donde acaban de recibir de manos del joven cofrade Germán Monreal, la partitura de una composición para trío de capilla, dedicada a su imagen cristífera titular.
Un regalo por el que se quiere expresar el más sincero agradecimiento de toda la cofradía, que viene a demostrar lo vivas que siguen estando las hermandades en todos los ámbitos.
