Que Jerez es una de las cunas del cante, y uno de los rinconces del mundo donde suenan más puras y raciales las saetas, es algo que no vamos a descubrir nosotros ahora. Pero que hasta las tendencias cambian, y que ahora existe otro rincón para escuchar saetas buenas, como es el Jueves Santo por la mañana, también es un hecho absolutamente innegable.
Es, quizás, una de las consecuencias que nos ha dejado la pandemia. Ir al templo a cantar ya no es algo tan extraño, y si bien en San Juan de Letrán se hacía y se sigue haciendo, son cada vez más los templos donde también suena el cante bueno en el sosiego de los pasos detenidos y arreglados para salir.
Ejemplo de ello, la Parroquia de Santiago el pasado Jueves Santo... y esta voz genuinamente jerezana de Luis Lara, cantando al Cristo de la Buena Muerte.
