''Por eso son tan grandes'' por Álvaro Ojeda

No estoy acostumbrado, y menos en Jerez, a recibir cariño. También es cierto, yo me lo he buscado, pero nunca he perdido la esperanza de que alguna vez alguien vea más lejos de ciertas cosas.

Me llamó Lolo Tristan, y me citó a las nueve, este jueves, en la casa de hermandad de Las Viñas. Les juro, que ni idea de para qué. Allí me planté, en un salón donde parte de la cuadrilla de la cofradía se preparaba para ensayar. Y allí les habló Lolo, y soltó un montón de cosas que todavía a estas horas, no consigo recordar. Que si el cariño que les doy por la radio, que si los botellines, que si... que si... les juro que no lo recuerdo todo.

Me regalaron la camiseta que los costaleros se ponen el Viernes Santo, con un logo de la "Champions" en la manga (arte y guasa gorda)... y un aplauso, y una foto y otra foto... y tras esto, lo que nadie ha visto, verme secar alguna que otra lagrima. Escuché de fondo... "joder tio, míralo que está llorando". La cuadrilla de la Exaltación, no solo hace llorar a la gente en la calle; también lo hace en lo más intimo de su casa, con detalles como este. Imaginen lo que hacen con la gente que realmente lo necesita. Top.

El otro día pedía a gritos en Oviedo a su virgen de la Esperanza, que me devolviera un poquito de la ilusión por todo esto, y ayer me llegó una bocanada de aire fresco gracias a esa cuadrilla que pudo ver qué hay detrás de mí mismo.

Y me marché, con el corazón encogido, llorando después de muchos años, solo en mi coche... sin más, con algo tan sencillo pero tan inmenso a la vez, como lo que me habían dado en esa cofradía minutos antes.

La Exaltación y punto....; por eso, por eso son tan grandes. Gracias.