"Quien nos enseñó cómo tenían que andar los palios.." por Andrés Cañadas

Hemos amanecido este día de inocentadas, envueltos en una triste noticia que una y otra vez nos hace preguntarnos si todo será un mal anuncio del que alguien nos sacará de repente. Pero no. En este caso se va confirmando que las cosas no serán así. Que todo camina por las lindes de una verdad dura y descarnada, que nos dice que ha fallecido el capataz de los palios de Jerez, aquel que desde el verdor de una Plazuela de menta y yerbabuena, nos enseñó un buen día cómo debían de pasearse por nuestro pueblo las imágenes de la Madre de Dios.

Ha muerto Jesús Ramírez. El capataz que lo fue del Señor del Prendimiento, y de la Virgen de  la Esperanza, y de la dolorosa lasaliana de la Estrella, y de la guapa Señora del Desconsuelo, y del crucificado del Amor, y del Cristo dormido en la Cruz de la Esperanza. El hombre de elegante traje negro que un día fue capaz de engancharnos a la estela de los pasos que mandaba, cual flautista de un Hammelín de eterna primavera procesional.

Hombre difícil donde los hubiera, y dueño de una personalidad como pocas, se ha ido sin hacer ruido, después de despedirse de su Esperanza de la Yedra, ante la que rezó el Rosario hace unos días, en la última jornada de los cultos que se le dedicaron en Madre de Dios. Por algo sería que la Virgen lo quería tan cerca.

Triste noticia la que nos envuelve el alma en este fin de año, porque Jesús era de esas personas a las que gustaba tener siempre ahí, al alcance de la mano.

Adiós amigo. Descansa en Paz.