"Radio Popular, el limpio Facebook de los 70" por Álvaro Ojeda

En mis ratitos de playa, tren o avión, viene conmigo en mi mochila el libro del maestro Andrés Luis Cañadas Machado, titulado "Historia de la Radio Jerezana".

Esa radio, que ya llevaba décadas sonando cuando yo nazco en el 80, comenzó a entrar por mis oídos mientras sonaba en lo alto del frigorífico que tenía mi madre en la cocina. Y allí, junto a la maceta de peregíl y el 'San Pancracio', sonaba Radio Popular de Jerez. La radio del autor del libro, esa radio de las votaciones por sevillanas y del "Loro Amarillo". Ahí me enamoré, hasta nuestros días, hasta cumplir mi sueño de casarme con ella y trabajar en ella durante más de seis años, en la sede de San Agustín, con todos los que por aquel enotonces sobrevivían desde la época dorada.

Allí en la Cope, haciendo partidos con Manolo Morales o programas cofrades con Gabriel Álvarez, me detenía en sus pasillos viendo las fotos de un pasado glorioso, ese que no pude disfrutar pero que sí pude oír en su última década pudiente: los ochenta. La Cope, la antigua Radio Popular que enamoró a aquel niño sin maldades, era el Facebook de aquellos años. Todos opinaban llamando por teléfono, pero con respeto. Había retos, quedadas, interacción, eventos y cumpleaños dedicados. Tambien ayudaban a la gente con su servicio público; informaba y entretenía. Era sin duda, la plataforma para poder tener un lazo de unión con tus cosas, tus vecinos y tu ciudad. Magia.

Sin duda, y regresando al libro, entre esas páginas está la foto de las fotos para mí. Esa foto es la de calle Cruz Vieja, abarrotada de jerezanos que quisieron rendir homenaje a todos y cuantos profesionales habían batido el récord de permanencia ante un micrófono. Eso hoy en día, una radio local, es imposible que lo consiga, en detrimento del conocido Facebook, capaz de movilizar masas.

Radio Popular era esa red social de nuestros padres y abuelos; un Facebook 'setentero' y 'ochentero', limpio y blanco, en el que Jerez se hizo mayor con el paso de los años. ¡Qué envidia, qué suerte, qué regalo de la vida para esos profesionales, haber podido trabajar y vivir aquello! 

No paro de mirar la foto... no paro de recordar que cualquier pasado fue mejor, y si hablamos de la radio... ni les cuento.