''Santa Marta... ¿por qué?''

No seremos nosotros, por supuesto, quienes entremos a valorar la mayor o menor devoción que la Patrona del gremio de la hostelría, Santa Marta, pueda llegar a tener entre las clases más populares de nuestras cofradías. Sabemos que se trata de una presencia fiel y de una cara conocida en el sector (más antes que ahora) pero nos cuesta imaginar que cada día, cientos de personas acudan en masa a visitarla a la Capilla de la Caridad situada en pleno corazón de la Plaza de San Mateo.

Sin embargo, cada año, al llegar la tarde del 29 de julio, caiga en el día de la semana que caiga, miles de personas se agrupan en torno a su imagen y la acompañan desde que sale hasta que se recoge, en lo que sin duda es una de las procesiones más multitudinarias de cuantas se celebran en Jerez. Y la pregunta es... ¿por qué?

A partir de ahí, cada cual puede pensar lo que quiera... y además pueden resultar algunas conclusiones de lo más interesantes. Sin ir más lejos, nuestro compañero Miguel Perea acuñó hace ya muchos años la expresión de las tres 'Pes': Pipas, Paseo y Pa'casa, en lo que sin duda es un fiel reflejo del nuevo gusto por las procesiones que existe en la actualidad.

Este es un movimiento imparable. Como en su día lo empezaron a ser las zambombas 'destradicionalizadas' que todos criticaban y siguen criticando, entre otras cosas porque Jerez sigue siendo 'Jerez del critiqueo' y no Jerez de la Frontera. ¿Alguien puede negar hoy día que las zambombas son un motor de la ciudad durante algo más de un mes, tengan el formato que tengan...? Pues eso.

Con las procesiones pasa tres cuartos de lo mismo. Un día aburrido del verano, con calor, con viento, aunque sea lunes y con todo lo que ustedes añadan, tiene un aliciente procesional por la tarde, en el que uno puede ver a decenas de amigos, charlar animadamente durante horas y solo gastarse cuatro euros en una lata de refresco y en dos paquetes de chuches... y ya tiene la jornada completa hasta la medianoche. ¿Quién da más?

Y si a eso le suman además ciertos alicientes cofradieros y cofradías intentando hacer las cosas cada vez mejor, pues miel sobre hojuelas. Ya lo vimos con San Pedro y con Santiago Apóstol y ya llevamos muchos años viéndolo cuando sale Santa Marta (a la Virgen del Carmen no la metemos en este ránking porque lo del Carmen es otra cosa).

Procesiones. Siempre denostadas, siempre criticadas y siempre en el epicentro de la opinión interesada teñida de mil colores, casi todos desacertados. Pero en una ciudad que en verano se desangra cuando el calor hace insoportable poder siquiera respirar... ¡qué alegría más grande escuchar de lejos que se acercan unos tambores! 

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