''Se perdió el señorío'' por Álvaro ojeda

Partamos de la base, de que las cofradías (en su ADN interno) son un instrumento de relleno del ego, de vestimenta moral de poder, de 'roneo'. y de campos de batallas personales que salpican a los Sagrarios, a la mágia de los niños, y la vejez de los ancianos que creen en todo esto. Otro día hablaremos de cosas bonitas; hoy no toca. Si quieren escuchar mentiras, esta no es su web, y yo no soy el escribano idoneo.

Teniendo eso claro, ¡no entiendo de qué se extraña la gente por lo que está pasando en la Amargura! De verdad que no lo entiendo. Esto es Jerez, donde a hierro matamos y morimos. ¡Esto es Jerez! Donde nos la guardamos como el que guarda en un dulce tarro de mermelada vacío, el veneno de una serpiente para cuando sea menester untarlo en una caliente tostada. Esto es Jerez, donde la corbata arrodillada ante los presbiterios y las sonrisas en los programas de radio o televisión, son inversamente proporcionales a lo que realmente se es por dentro. Y es que esos cofrades, pese a su apariencia exterior, son realmente lo que son, cuando se acuestan un domingo por la noche y apagan la luz, mientras piensan y piensan, y les vence el sueño. ¿Me explico verdad?

Esto es Jerez, donde cuando consigues lo que querías (ser capataz, cuadrillero, la voz, patero, listero o tonto del llavero) te haces poseedor de ese cargo hasta que te mueras por decreto de tus santos co...

Publicidad Todos esos señores, que llegan al cargo, deberían saber que cada primavera es su último año ¡Que lo suyo no es eterno, por muchos años que pusieran en el empeño, y que llegará el momento en el que dejen de ser lo que son, porque así lo deciden los que mandan!

Publicidad Le pasó a Gorrión... y ahora le pasó a Paco Yesa, y con el tiempo  le pasará a Martin, y más con el tiempo le pasará a Simancas o Racero... y así hasta que no quedemos vivos ninguno de nosotros.

No comulgo con los que cuelgan la túnica por capricho. No entiendo a los que se encabronan por no dar la voz bajo el paso. No me entra en la cabeza quienes se borran de la hermandad porque el que manda no es de su agrado. No entiendo a las cuadrillas, esas que se hacen fotos frente a una iglesia como si fueran los de astilleros en el puente Carranza mostrando su desacuerdo por el cese de su amigo el capataz. Perdónenme... pero no lo entiendo.

Publicidad Como tampoco entiendo, pero no me extraña, que a un capataz como Paco Yesa (como puede haber muchos casos y cargos) no se le agradezca públicamente todo lo que hizo. Seguramente Paco tendría sus cosas malas, como todo ser viviente, pero ahí es donde se tiene que demostrar el ...SE-ÑO-RI-O.... ¿Que es el señorío? Yo que no soy nadie se lo explico; señorio es reconocer un mérito muy por encima de las circunstancias que lo anteceden, por muy dolorosas y duras que sean, tanto para el ego como para la propia cofradía.

Se perdió el señorío, salvo el de nuestro amigo Manolo Amador en calle Santa Maria, y lo peor de todo es que volverá a ocurrir, y ustedes lo verán... y si tengo ganas y estómago, se lo contaré.

Como cofrade de a pie, ¡Gracias Paco! por hacerme disfrutar o trabajar con la tele o con la radio delante de la Amargura. Como cofrade de a pie, suerte Martín; sin duda una buena noticia para los cofrades de la Amargura, ante el vacío que deja Paco.

¡Qué fácil podría haber sido todo... y que difícil lo hacen, puñetas..!