Se toma la decisión de que la Banda de Tejera no toque tras la Virgen del Carmen

Lo fácil es culpar de todo a las autoridades. Siempre lo ha sido. Y ser la autoridad no debe ser fácil… a pesar de todo. Cualquier mérito siempre será compartido. Cualquier culpa, siempre tendrá un destino común. Y ahora el detonante cofradiero lo marca la procesión de la Virgen de Carmen del próximo viernes. Y todo, porque según parece, no se va a permitir a la banda del Maestro Tejera tocar tras el paso de la Virgen, tras lo que se acordó este lunes en reunión de la hermandad con la Policía Local de Jerez. Y ya está el lío montado.

Porque claro, lo fácil es poner el grito en el cielo. Y hablar de conspiraciones judeo masónicas. Y ¿por qué el Carmen no, y las manifestaciones del Orgullo sí? Y así mil quinientas motivaciones más.

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Pero vamos a ver. ¿Acaso no se conocen a nivel general las noticias de cada día? ¿No se está viendo que cada jornada casi se duplican los contagios? ¿No se ve subir progresivamente la tasa de incidencia? ¿No se sabe acaso que España es el país de la Unión Europea donde peor se está desarrollando el coronavirus este verano?

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La Junta de Andalucía, que es poco sospechosa de no querer ayudar a la industria cofradiera, marca unas directrices muy claras en relación a las bandas de música, y en este aspecto, los responsables de Salud Laboral marcan una distancia mínima de tres metros entre componentes de las formaciones musicales, y entre estos y el público oyente, aunque se toque al aire libre. ¿Podría cumplirse esta medida el día 16 de julio? Difícilmente. ¿Es lógica la medida adoptada de cara a la cita? Absolutamente. ¿Se tendrían que haber tomado estas medidas cuando vino la Guardia Real o en el Corpus de La Plata? Pues también. ¿Por qué no se hizo? Ni idea.

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En cualquier caso, lo que parece evidente es que sería recomendable dejar de preocuparse por las cosas que no tienen importancia, y empezar a hacerlo por las que sí las tienen. Por ejemplo, seguir usando la mascarilla, seguir manteniendo la distancia social, seguir sin achucharnos los unos a los otros por cualquier motivo, y seguir pensando en la seguridad de los demas. Eso sí serían cosas importantes.

Ya si acaso, lo de estar en un bar sin mascarilla, fumando, pegados los unos a los otros y rajando de la Policía Local o del Ayuntamiento, lo dejamos a la elección de cada uno...

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