Chivatos. Así eran, básicamente, reconocidos por todos en Jerez, los famosísimos 'Perros de Martelilla'. Eran tan chivatos, que en vez de ladrar, coreaban a voz en grito: '¡...don José, don José, que se están llevando las cajas...!'
Luego, la cultura popular los hizo humanizarse, y así, dejaron de ser perros, y hasta de pegar gritos por todas partes. Prefirieron artes más nobles, y de más enjundia.
Hoy, los 'Perros de Martelilla' siguen existiendo, para gloria y honor de una ciudad, que aún los sigue reconociendo en cuanto los ve, o en cuanto los intuye.
Son, los chivatos del régimen. Los abrazafarolas de turno. Los pelagatos de andar por casa. Ellos son, y están entre nosotros... los nuevos 'Perros de Martelilla'.