TV: Así os contamos la Magna de Cádiz

Para la historia. Sin más. Cádiz apostó fuerte y ganó.

Se anunció Procesión Magna y muchos dudaron de la premura organizativa. De hecho, algunas cosas pudieron haber estado mejor. Pero por encima de pequeñas puntualizaciones, lo que se vivió el pasado sábado en La Tacita estuvo a una altura incontestable, por muchas y variadas razones.

Para empezar, diecisiete misterios dando vueltas por Cádiz a la misma hora, no merece más calificativo que el de espectacular. Además, misterios de todo tipo. Desde la grandiosidad del Perdón, a la sobria elegancia del Caminito. Desde la dulzura del Ecce Homo al sorprendente canasto -por cierto, en venta- que lució el Resucitado, antiguo del Nazareno.

A todo esto, la música. Cantidad y calidad. Bandas de siempre y bandas importadas, dando lo mejor de su repertorio, en un enclave que no vamos a descubrir, famoso por su acústica, sin duda la mejor de España para las marchas procesionales.

Y para rematar la faena, los cofrades de Cádiz. Los grandes triunfadores de la jornada. Por fin se pudieron quitar de encima los viejos fantasmas y echaron a pelear su amor por las cofradías con todo lo que hay peleable en Cádiz cuando hablamos de reclamo a la gente de fuera. Ustedes me entienden. El viejo desprecio de siempre a lo semanasantero relegado a un segundo plano, cuando los trenes se llenaron, los autobuses se llenaron, los aparcamientos se llenaron... y los bares se llenaron. ¿Que no? Pues sí.

Ahora lo único que queda -que no es poco- es que el día a día después de los desmontajes siga siendo el que las cofradías gaditanas se merecen. Juan Carlos Jurado y su equipo apostaron fuerte. Y ganaron. Eso ya no se lo quita nadie al Consejo. Así que buen punto de partida para seguir creciendo, y para que Cádiz siga entendiendo que cuanto más consiga abrir las Puertas de Tierra, más grande será su futuro como ciudad y como pueblo.

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