Un cartel de Semana Santa, al alcance de muy pocos

Jerez ya tiene cartel de su Semana Santa de 2019, y es un cartel que un año más vuelve a generar controversias, si nos atenemos a lo que las redes sociales vomitan desde que fue descubierto el lienzo original en los Museos de la Atalaya, en la noche de este pasado viernes 18 de enero.

Es un cartel surgido del sevillano taller artístico Daroal, formado por los artitas Francisco Rovira y David Romero. Dos autotres que aportan al arte sevillano y andaluz, una visión contemporánea, no exenta de giros llenos de frescura y personalidad. Pero eso, en un Jerez criado cofradieramente a la sombra de Diego Romero, donde ni los carteles de Fernández Lira alcanzaban el reconocimiento que hubiesen merecido, y en el que hoy día se editan cincuenta carteles más, la mitad de ellos surgidos de la cámara clásica donde las haya de Javier Romero, es una apuesta arriesgada. A fe que lo es. Dense una vueltecita por Facebook, y ya verán.

Así que ahí lo tienen, para que ustedes piensen si les gusta el cartel o no. El resto, ojana. Y además, permitan un consejo: no se dejen influenciar por el 'libro de instrucciones' de la obra. Mírenla, analícenla, y saquen sus propias conlusiones, que al fin y al cabo, eso y solo eso, es el arte. 

Porque el cartel es una obra de arte, que este año se enreda -de manera conceptual- en lo que para Jerez significa su Hermandad de la Piedad. A esta cofradía está dedicado este año nuestro anuncio gráfico de la Semana Mayor, un anuncio que no bucea en el rostro de la Virgen de Ignacio López, ni en la serena contemplación del duelo del Viernes Santo -"el taller de costura del Calvario"- como dijera en su presentación del acto Alberto Espinosa, quien realizó un pregón de cinco minutos a la cofradía que clausura el Viernes Santo, con indudables barruntos de Villamarta.

Un cartel de pocas prisas y muchas pausas. Un cartel más de cierre que de aperturas de la Semana Santa. Un cartel de noche, y no de tarde. Un cartel, como la Piedad, para pocos, y no para muchos. Un rincón de Jerez con aceras libres, y no con tumultos de grandes recogidas. 

Este es el cartel que ha visto la luz en este enero de fríos desagradables, que ya saben ustedes que ahora es lo que se lleva: que los carteles sean presentados aún con los Nacimientos montados en casa, para que pueda viajar a Fitur, aunque eso suponga que a mitad de febrero ya estemos hartos, de la que debiera ser nuestra firma cofrade hasta el próximo Domingo de Ramos.