''Un diez'' por Álvaro Ojeda

Parece mentira, pero cuando creamos en 'Cofrademanía' esta gala de premios, Facebook era un embrión por EEUU, WhatsApp no era nada, al iPhone 3 le quedaban todavía unos meses para salir a la venta en España, la Selección Española no había ganado absolutamente nada, yo tenía 27 años y bebía cubatas y no tenía bicicletas, no había más de quince canales en la televisión, no exitían los drones, ni las GoPro, ni a la gente le daba por correr maratones o triatlones. Twitter no sabíamos lo que era, Tuenti mandaba, y todavía hacíamos fotos con pequeñas cámaras réflex de bolsillo, que acababan de dejar atrás las de carrete de 12, 24, y 36 fotos.

Todavía se podía ligar en la calle y no por el móvil; la radio todavía se oía por transistores en casa, y los videoclubes eran pese al paso de los años, un estandarte del entretenimiento hogareño para quienes no podían descargarse 'pelis' en casa, ya que no tenían algo muy caro llamado ADSL.

Diez años, donde muchos se fueron y otros seguimos aquí, cuidando una gala que la gente acoge con cariño y respeto cada mes de noviembre, cuando en las cofradías todavía no hay intención de quitarle los plásticos a los varales para limpiar la plata. Diez años, donde solo hace falta ilusión por montarlos y cinco patrocinadores que nos ayuden. De momento nada de eso falta gracias a Dios, pero bien sé que nada en la comunicación jerezana es eterno. Pasó en muchos medios, que durante lustros y décadas cuidaron de algo que era su sello particular, su evento social, el ADN de la casa... pero el tiempo y la falta de apoyos terminaron por dejarlos desaparecer.

Hoy que escribo estas lineas, creo que por las cofradías de jerez, los niños, los ancianos, y por los detalles de pureza que se respiran cada noviembre por San Juan de Dios, merece la pena una semanita de sofocones. Está clarísimo.

Gracia a todos; lectores, televidentes, equipo de Cofrademanía dirigido por Andrés Cañadas, y clientes amigos patrocinadores que apuestan por nuestras tradiciones, y lo más importante... por hacer feliz a un montón de gente como ocurrió el viernes. A TODOS, UN DIEZ. La matricula de honor la dejamos para los veinte años si os parece. Comenzamos.