Un oro 'rociero' para el medallero español en Río

Por aquellas cosas del caprichoso destino olímpico, la final del torneo de bádminton que se ha desarrollado en los Juegos de Río de Janeiro, se disputaría en una fecha muy especial para una de las claras favoritas al oro.

Caro Marín, onubense y campeona del mundo de la modalidad, aspiraba a que el 19 de agosto fuera una fecha marcada en rojo en su calendario personal.

La misma fecha que muchas veces celebró en otro lugar muy distinto, uno en el que crió su devoción a la Blanca Paloma junto a su gente: la Aldea del Rocío.

Y así ocurrió. Tras una semifinal ganada mucho antes de que a su rival le sobreviniera una lesión de rodilla, el día 19 de agosto, fecha de celebración del Rocío Chico en Almonte, la olímpica Carolina Marín tenía cita en la Final con una rival de la India. Partido duro, solo roto al final, y otro oro para España. Bueno, no. Otro no. Este era especial. Este tenía además un mensaje claro que cruzaba el océano, para unir en un solo abrazo, Río con el Rocío.

Y de esta forma, solo minutos después de la Victoria, toda Huelva, todo Almonte, y todo el mundillo rociero de las redes sociales, lanzaban al mundo la felicitación a la campeona. A la rociera de Huelva que se trae para su tierra una medalla, que más pronto que tarde asomará su brillo por el Santuario de la Marisma.

Enhorabuena Carolina. Felicidades, campeona.