Un sueño al fin cumplido por El Carmen

Que salga una Virgen a la calle en Jerez, no es noticia. Que lo haga en unas andas como las que tiene la Hermandad de la Sed, arreglada con una breve candelería y unos faroles en las esquinas, tampoco. Que delante vaya un cortejo de hermanos, y que el destino sea otro templo diferente al de salida, para que se puedan celebrar unos cultos... pues también es algo que ya se ha visto en varias ocasiones.

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Pero que todo ello esté presidido por una imagen que nunca ha procesionado, es algo que sí alcanza un interés especial, y es precisamente lo que sucedió este pasado sábado día 21 de septiembre -festividad de San Mateo- jornada en la que la Virgen del Buen Fin, la dolorosa de la Hermandad de La Lanzada que algún día procesionará bajo palio -ojalá- salió por primera vez a la calle, tras medio siglo perteneciendo a la cofradía con sede en el Carmen.

Lo hizo para presidir en San Dionisio el final de los cultos anuales de septiembre, y lo hizo arropada por el orgullo de una cofradía, que pudo así quitarse de encima esa losa que llevaba demasiado tiempo pesando sobre la corporación. Nada más había que ver las caras de los hermanos para darnos cuenta de que había una alegría especial en el ambiente por este hecho, que vamos a ver si sirve para que el proyecto de sacar el segundo paso, empieza a convertirse en realidad.

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Por cierto, esta es una imagen tallada en su día por el recientemente desaparecido Luís Álvarez Duarte, imaginero que tenía pensado venir a Jerez a ver a su Virgen. No pudo ser.  

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