Un sueño llamado Dolores...

La Virgen de los Dolores, dolorosa de la Hermandad de las Tres Caídas, es uno de esos tesoros silenciosos que cobijan las cofradías de Jerez. Una Virgen sencilla, que llora elegantemente, mientras acuna en su mirada una de esas bellezas que te atrapan lentamente, y cuando sucede, te deja para siempre enganchado a sus ‘jipíos’.

La Virgen de los Dolores fue fundadora hace año y medio, de un movimiento solidario que se llamó 'Costaleros por Nuestros Mayores'. Sus mayores. Los que no podían salir a la calle, y recibían la ayuda para comprar o para ir a la farmacia, de los costaleros que tendrían la honrosa labor de pasearla por su pueblo el Miércoles Santo, aquellos mismos que después tuvieron que repartir comida por toda la ciudad.

La Virgen de los Dolores ha vuelto a esas mismas calles. Lo hizo este último domingo, para acompañar a los que en su día fueron llamados 'voluntarios'. Iba a ser en la Atalaya, pero llovió. Tuvo que ser en San Juan de los Caballeros, pero el lugar fue lo de menos. Lo importante fue el motivo. La razón. Y la intención agradecida de la cofradía que la cobija y la cuida.

La Virgen de los Dolores ha recibido cientos, miles de peticiones pidiendo salud. Pidiendo el bien para todos. Pidiendo que acabara la pandemia y regresara la normalidad... y ya queda menos. Ella misma nos lo contó este pasado día 3, cuando derramó sus lágrimas por Cabezas y Justicia, por San Mateo y San Juan.

La Virgen de los Dolores ha sido el mejor regalo en este inicio del otoño. Por muchas cosas. Por aquellas que sólo Ella conoce.

La Virgen de los Dolores...

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