Una visión antigüa (y diferente) de nuestra Patrona

Sorpresa. Esa es la sensación que este año está causando la contemplación de la Patrona de Jerez, Nuestra Señora de la Merced, por parte de cuantos en estos días están acudiendo a su Novena.

Sorpresa por el cambio que la imagen ha experimentado en esta edición de sus cultos, al ser coronada con la presea que la Virgen lucía antigüamente, rememorando así -según el padre Felipe Ortuno- la imagen que la Patrona ofrecía a sus hijos, antes de tener la corona con la que fue coronada canónicamente en 1961.

Todo se debe a la especial celebración en este 2019, de los setenta años de la confirmación del Patronazgo de la imagen sobre Jerez obtenido del vaticano en 1949, ratificando así lo que ya se sabía desde 1600. Una celebración que ha provocado esta imagen, con la que además, se celebra que esta corona esté de nuevo en Jerez, tras un más que interesante periplo.

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Así lo comunicó Fray Felipe a todos este pasado lunes, en la homilía del primer día de Novena. Al parecer, esta corona fue entregada por los mercedarios, a la nueva parroquia de la Merced, de Moratalaz, edificada a mediados del siglo XX en la refereida localidad madrileña. El padre Luis Cid realizó esta donación, para coronar de esta forma a la imagen realizada para aquel templo.

Ahora, transcurridos los años, y tras un complicado y complejo proceso de búsqueda y gestiones, se ha conseguido recuperar la pieza, no sin que antes se haya donado por parte de la comunidad mercedaria en Jerez, tanto una nueva corona, como un nuevo cetro, a la citada parroquia madrileña, lográndose así la recuperación de este importante legado del patrimonio mercedario jerezano.

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Ha sido necesaria obviamente, una restauración de la corona, a lo que se ha unido además la limpieza del 'manto de las Espigas' y los respiraderos del paso de la Virgen, labor que han realizado las mujeres de la Hermandad del Transporte, y de esta forma, lo que este año podemos contemplar en la Basílica, y lo que veremos el día 24 de septiembre en nuestras calles, será una imagen muy similar a la que vieron los jerezanos desde el siglo XVIII, y hasta los años cincuenta de la pasada centuria.

Una recuperación por tanto histórica, ya que hasta los pendientes de la imagen son los que lucía entonces.

Y es que, según el comendador mercedraio, "...se trataba este año de recuperar el origen, la raíz, la retina antigüa, y la historia misma de Jerez, lo que en definitiva, vieron nuestros abuelos, al contamplar tanto al Niño, como a la Virgen." 

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Ahora sólo falta que en 2020, y en el regreso a la corona que Jerez regaló a su Madre en 1961, se rindan a la misma los mismos honores qua esta, a ver si así se entera por fin esta ciudad, que hay pocas coronas en el mundo como la que tiene nuestra bendita Patrona y protectora.