''Viernes Santo: Lágrimas'' por Andrés Pérez Montilla

Lágrimas por los abuelos que expiraron en la soledad de sus residencias.

Lágrimas por esas familias que no pudieron despedir a sus seres queridos.

Lágrimas por los sanitarios que no dudaron en ponerse en primera línea del frente y desfallecieron.

Lágrimas por los que han perdido su trabajo.

Lágrimas por los que han perdido la fe y la esperanza ante la cruz de la vida.

Lágrimas por los amigos y seres queridos a los que no podemos visitar.

Lágrimas por los cristianos perseguidos.

Lágrimas por los enfermos.

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Lágrimas por los niños que no han podido vestir su túnica.

Lágrimas en San Telmo porque el Cristo no expirará bajo el sol de Jerez.

Lágrimas en San Pedro, al pie de la Cruz, junto a la Virgen de Loreto.

Lágrimas en las Viñas porque el barrio no espera al Señor de la Exaltación y la Virgen de la Concepción.

Hoy, todo Jerez camina hacia el Calvario, buscando en el llanto amargo de la Piedad, ese último hálito de la esencia pura de nuestra Semana Santa. Es Viernes Santo de Soledad, de aferrarnos como María, a la vida, guardando en nuestro corazón todo lo que Dios nos regala cada día.

Viernes Santo de tristeza e intimidad. Sólo queda esperar.

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